Suponiendo que estaba violando el aislamiento social, le solicitaron documentación y el permiso de circulación, tras lo cual el hombre abandonó la moto y emprendió una fuga veloz.
El personal policial tuvo que perseguirlo unos 300 metros por un sendero a través del monte hasta darle alcance en una vivienda precaria, alrededor de la que se pudieron visualizar varias plantas de marihuana y con la presunción de que se utilizaban como productoras de cogollos. A partir del descubrimiento, se solicitó la colaboración del cuerpo especial de la Fuerza Policial Antinarcotráfico (FPA) que procedió a secuestrar 8 plantas y 39 semillas de cannabis sativa, 11 frascos en los que había envasados 517 gramos de picadura de marihuana.

Sobejano señaló que se aguardaba información de antecedentes en la Justicia Federal sobre el joven, ya que en la FPA y en la propia Fiscalía Antinarcóticos –ambas de creación bastante reciente- no obraba antecedente alguno. “Las investigaciones que tenemos en marcha nos indican que no se ha suspendido para nada la comercialización y que quienes venden están aprovechando la mayor demanda producto del aislamiento”, destacó el fiscal antinarcóticos al ser preguntado sobre las causas que tiene en marcha.
Fuente: La Voz del Interior | Sucesos
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