Como nunca antes se debate sobre Educación. ¿Cómo educar hoy?
Escuelas públicas y privadas reciben anualmente cientos y cientos de estudiantes, y sus aulas comienzan al principio del ciclo lectivo con numerosos alumnos.
Desde ya: antipedagógico.
Cuando le preguntaron al arquitecto tucumano Cesar Pelli (diseñador de las Torres Petronas, en Kuala Lumpur, Singapur y profesor) cuál era la cantidad de alumnos que debía participar en la tarea educativa en un espacio-aula, él contestó: entre 9 y 11.
Ese espacio-aula debe producir en el educando el placer de participar y puede ser hasta cualquier ágora como lo hacía Platón o Aristóteles y tantos otros. Se aprende conversando.
Otra característica actual es que la sociedad presente no necesita disciplinar, porque vivimos en la era del control. Podemos ser controlados en cual- quier momento desde lugares remotos y por personas desconocidas. Deberemos replantearnos el concepto de disciplina, que tiene raíz antigua sobre el amor a lo que se realiza.

Agregando también, de manera positiva, el reconocimiento social y cultural de la participación de alumnos con discapacidades.
Ante esos cambios, la escuela no puede seguir tratando de educar como hace 200 años atrás.
La época industrial ya no existe. El desarrollo de la tecnología digital y las velocidades siderales provocan apariciones de nuevas y contundentes subjetividades humanas y llevan a replanteos psicosociológicos que cambian totalmente las miradas. (Cómo se reacciona ante la atención de una secretaria que no es de carne y hueso sino una holografía.- Llegar a un hotel atendido por robots y permanecer allí sin encontrar una mirada humana. ¿Cómo se sitúa ello en el inconsciente personal y por ende en lo social?
Pausa: (El escritor argentino Adolfo Bioy Casares se anticipó muchas décadas atrás, en su obra “La Invención de Morel” a las figuras humanas en aquella máquina proyectora…)
¿Cómo dar respuesta a esta situación cotidiana cuando el docente esta frente a 25, 30, 35, y hasta 40 jóvenes en un espacio con “incomodidades” estructurales? Cuando los alumnos consumen un mundo de velocidades y virtualidades.

Deberá enfrentar nuevas miradas de participación ciudadanas y convivencias, ya que la superpoblación mundial, desde una mirada antropológica demuestra que el ser humano en su contradicción, (soledad-compañía), no puede vivir rodeado de tanta gente.
Todo esto va demostrando que la manera de seguir planteando actualmente la educación a las nuevas generaciones, con las mismas características de contenidos y actitudes disciplinarias no hace sino cambiar para no cambiar.
Y todo esto hace daño, no sólo en la conformación de la estructura psíquica de los alumnos y sus conductas, sino que también daña a los docentes, que no sienten el crecimiento, sino su desvalorización social por su trabajo, desde lo económico y cultural.

Sabemos que las estructuras actuales de capitalismo–patriarcal, construye imaginarios sociales que parecen “normales” e inamovibles, pero entendemos que lo único constante es el cambio.
¿Seguirá insistiéndose con estas formas educativas que hacen que cada nueva generación que llega a la escuela sienta deseos reales de huir?
Como dicen los educandos…
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