Aunque es prematuro señalar si se mantendrá la misma tendencia durante todos los días y si el clima será aliado o escollo para la realización.
¿Cuál será el secreto para lograr un promedio de 15 mil entradas por noche y llegar a la barrera de las 170 mil entradas vendidas? Las ediciones 51 y 52 dejaron al Festival de Doma y Folklore muy cerca de esa marca.
El Festival de Jesús María nació grande y la afirmación no representa ninguna megalomanía sino que tiene sustento cuando se compara con criterio histórico lo que pasó hace 55 ediciones con este enero.
Durante la primera edición, con casi nada de la infraestructura actual, concurrieron 45 mil espectadores en 9 noches y se recaudaron 7,6 millones de Pesos Moneda Nacional. Ni siquiera estaba construido el anfiteatro José Hernández y el escenario era un acoplado de un camión. En el oeste del predio, había un gigantesco ombú.
En todo Córdoba vivía, durante la década de 1960, alrededor de 1,7 millón de personas. Hoy, claramente la cantidad de personas que vive en la provincia duplicó aquella marca. Y el anfiteatro José Hernández sumó tribunas como para permitir que la gente acceda a un lugar cómodo para disfrutar del espectáculo.
Por ese motivo, no es descabellado pensar que el Festival pueda arribar a la marca de 170 mil espectadores en cualquier momento. Además de la grilla atractiva y del precio razonable, depende de la ayudita extra que tiene que proporcionar el clima.
Comienzo con optimismo
Y la jornada inaugural del pasado viernes trajo aparejada una taquilla de 21 mil entradas vendidas con la combinación de Manseros Santiagueños y Ulises Bueno.
No se podía caminar ni dentro ni fuera del anfiteatro durante esa jornada y quedó flotando la idea de Onofre Paz de Los Manseros de actuar una segunda noche. Alguna vez se tomó esa decisión con Chaqueño Palavecino a quien hicieron tocar un martes y el segundo sábado en la misma edición.
También fue interesante la taquilla del primer sábado con Jorge Rojas que aportó otras 14 mil entradas para trazar la marca de 35 mil tickets cortados en dos noches.
Vale rescatar que el festival hizo público, a través del presidente en uso de licencia Nicolás Tottis, que ya había alrededor de 30 mil entradas vendidas.
Y hay buenas duplas en la grilla como para pensar que están dadas las condiciones para una buena marca de público e, incluso, para algún récord.
Y de yapa, uno de los artistas de trap del momento y con proyección internacional, Paulo Londra, para el lunes extra donde está centrada una expectativa de convocatoria importante.
Rezos, cábalas, desvíos energéticos y hasta alguna brujería será necesaria para lograr el techo de convocatoria tan esperado, tan cercano y tan difícil de conseguir hasta ahora. Pueda que el 2020 traiga esa sorpresa. Ojalá que así sea.
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