Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
El pasado 21 de julio, el espacio cultural que funciona en Tucumán e Ingeniero Olmos cumplió 107 años de vida. Por ello, se realizó una pequeña pero valiosa celebración cuyos protagonistas fueron personas que dejaron huellas en Jesús María y alrededores.
El artesano Eliseo Ramos prestó su colección de figuras talladas en madera que rescatan escenas gauchescas con asombroso detalle. Francisco “Pelusa” Copetti ejecutó el arpa para musicalizar la jornada mientras se llevaban a cabo los homenajes.
“Cuando las papas quemaban, siempre digo que se acabó el papel para limpiarnos las lágrimas, todos vinieron a compartir el papel, pero nadie nos ayudó realmente con lo que necesitábamos porque además de llorar nos hacía falta plata. Dos personas, sin que yo les pidiera nada, se acercaron. Hoy, le sucedió a la biblioteca, mañana le puede pasar a otra institución. Siempre hablamos de que la gente no colabora y hay que gente que sí colabora anónimamente. Es un ejemplo y cuando hay ejemplos hay que mostrarlos”, subrayó Daniel Gatica, presidente de la comisión.
La voz del deporte
“Siempre me gustó. Hay cosas que le pueden gustar a uno pero no hacerlas, yo lo hacía con mucho gusto. Uno lo lleva en el alma, con cariño. Aprendí solo, andando y viendo cosas. Sin nadie que me enseñara, era yo solo”, sostuvo tímidamente.
Pioneros
Cerca de los 90 años, Irma asistió al agasajo en compañía de su familia y se animó a ponerse por unos instantes en el rol de entrevistada. “Desde que me acuerdo, toda la vida estuvimos con el periodismo. Para mí el periodismo es algo demasiado importante. Uno prácticamente no se acuerda, pero cuando se pone a pensar fue una época muy linda”, resumió.
Su hija Sonia Zanetti brindó más detalles de lo que fue el emprendimiento familiar que nació de la pasión de su padre: “siempre estuvo la oficina en la casa. Yo nací en el ‘60, ella empezó en el ‘59 con mi papá siguiendo algo que él quería hacer. Amaba el periodismo y quería hacerlo, ella lo acompaña en todo eso. En esa época se hacía de corazón, no había mucha formación”.
A la hora de recibir el reconocimiento analizó: “Es importantísimo porque te das cuenta de que todo lo que vivió tu familia ha dejado marcado en Jesús María un montón de cosas, un montón de historias que quedaron grabadas en las páginas”.
La tarea periodística no fue fácil para los Zanetti-Toledo ya que debieron enfrentar la persecución en la última dictadura militar del país. “Siempre me acuerdo el tema de la bomba que nos pusieron en la época del proceso, mi papá era de decir las verdades entonces al que no le gustaba…ahí ligamos una bomba en casa mientras estábamos todos durmiendo. Mi papá falleció a los 56 años después que pusieron la bomba, le dieron tres infartos, no seguidos, pero sí en poco tiempo. Ella siguió, yo la ayudé mucho. Era lo que teníamos para trabajar y había que salir adelante”, recordó Sonia con un dejo de tristeza.
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