Una cuenta falsa en redes sociales, una computadora con acceso a internet, y una serie de argucias para engañar a menores de edad son suficientes para este nuevo tipo de ciberdelitos.
Ocurría a nuestro alrededor todo el tiempo y era cuestión de tiempo hasta que sucediera en el patio de nuestra casa. En la semana se conoció que ya está detenido en el complejo carcelario de Bouwer un hombre mayor de edad con domicilio en Colonia Caroya al que se le imputaron una serie de delitos contra la integridad sexual.
El fiscal de instrucción Guillermo Monti confirmó a este medio que la investigación no está concluida, que siguen investigando entre el material secuestrado, y abiertos a la aparición de otras víctimas que no fueron identificadas hasta ahora.
A este hombre, la Fiscalía lo encontró sospechoso de haber cometido los delitos de “grooming child” o contacto con menores de edad para atentar contra su integridad sexual, coacción agravada por el anonimato, y tenencia de material pornográfico infantil.
Monti decidió guardarse la especificación sobre la cantidad de víctimas, aunque confirmó que fueron varias, y que las hubo tanto en otras provincias de nuestro país como en otros países.
Para tener en cuenta

- Concientizar a los niños y adolescentes sobre los riesgos de Internet y las nuevas tecnologías.
- Ubicar las computadoras de la casa en un lugar de uso común para poder observar el ingreso de niños y adolescentes.
- Enseñar el funcionamiento de la webcam (mantenerla tapada y evitar su uso con extraños).
- Transmitir que no deben revelar datos personales ni enviar fotos ni videos a extraños, ya que podrían ser utilizados para otros fines.
- Evitar instalar programas desconocidos.
- Consultar acerca de aplicaciones de control de uso de internet y redes sociales (Control parental). Estas aplicaciones permiten elegir qué aplicaciones o sitios web están prohibidas debido a su edad.
Los artilugios que usaba

La amenaza de hacer público el video original llevaba a las víctimas a ceder a esa extorsión. No se pudo establecer, por el momento, si alguno de esos videos fue publicado.
Pero también se conoció que obtenía material pornográfico de niñas muy pequeñas con otros ardides. El dato más perturbador fue conocer que entre sus víctimas hubo una niña de 7 años.
A esa niña le enviaba fotografías de otra niña desnuda, haciéndose pasar por ella, y pidiéndole por escrito que le enviara una foto igual. Como en una suerte de intercambio amistoso. Así, obtuvo miles de fotos y videos pornográficos.
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