Un exgendarme de 48 años iba y venía entre Chaco y Colonia Caroya desde hace un tiempo. Fue parte de la fuerza entre 1991 y 2000. En noviembre de este último año fue dado de baja y las circunstancias de su baja se vincularía, aparentemente, a la comisión de hechos delictivos.
En 2017, un Juzgado Federal lo había condenado por el delito de contrabando de estupefacientes. Esa condena estaba en suspenso.
Esta semana fue apresado en Basail, provincia del Chaco, en un procedimiento policial en el que le descubrieron 169 panes de marihuana, disfrazados y escondidos por todo el auto.
Él viajaba desde La Leonesa hacia Colonia Caroya (aparentemente). Otras versiones aseguraban que había estado en Las Palmas que fue el lugar donde la jueza Zunilda Niremperger procedió a allanar el destacamento que allí tiene Gendarmería Nacional. Todavía no se sabe por qué la magistrada allanó ni en busca de qué.Un día después de eso, fue la detención y secuestro de los 126 kilos de marihuana camuflados en un Chevrolet Aveo. Puede haber sido una coincidencia. Fuentes reservadas de la fuerza aseguraron que hay conexión entre ambas.
La otra curiosidad es que no haya tomado repercusión nacional el allanamiento del destacamento de Las Palmas o que Gendarmería Nacional haya decidido volar a la jefatura que encabezaba el destacamento.
Una razón para pensar que entre el exgendarme de Caroya y algunos gendarmes en actividad en Chaco había conexiones fue que el número dos de la fuerza, comandante General Federico Eugenio Sosa, haya grabado un mensaje haciéndose cargo de la investigación de la jueza Niremperger en Las Palmas y sacándose de encima cualquier vínculo con el exgendarme, subrayando que hace 18 años fue dado de baja de Gendarmería.
Intentó “chapear”
El exgendarme viajaba con su pareja (26), también con condena en suspenso por la misma causa de 2017, y con su suegra (58).Andaba en inmediaciones de una estación de servicios -sobre la ruta Nacional 11- con las luces de baliza encendidas y actitud sospechosa. Lo esperaron en un cruce que no podía esquivar.
Al solicitarle documentación, los policías detectaron el olor característico de la marihuana, sumado al nerviosismo de los ocupantes. Le dieron, entonces, participación al Departamento Drogas Peligrosas y a la División Canes con Cleopatra e India, las dos perras detectoras que ayudaron a hallar droga en el radiador y en los guardabarros, además de la que se halló en el baúl.
Algunos medios de Chaco, señalaron que al verse acorralado, el exgendarme quiso “chapear” que pertenecía a la fuerza de seguridad, pero el intento no tuvo éxito y quedó detenido y con la droga secuestrada.
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