Día de los Santos Inocentes de 2016 por la madrugada. “Petete” Luberchi le encarga a una adolescente de 17 años que haga de señuelo en la ruta 9 para cometer un asalto a mano armada. Le entrega el revólver calibre 22 a otro adolescente de 15 años e instruye a un tercero de 14 años para que esté atento. El plan se urde en el ingreso a barrio La Capilla
La chica se cruza, alrededor de las 2, y logra mediante ardides hacer que frene el camionero Gustavo Ariel Racca, quien conducía su camión Mercedes Benz de Transporte El Asturiano.
Los helados que llevaba desde Buenos Aires a Sinsacate nunca llegaron a destino porque ni bien abrió la puerta, el adolescente de 15 años le disparó a metro de distancia en el tórax, a sangre fría, y lo mató casi de forma inmediata.
¿El botín? Casi nada. 3200 pesos, un gps, un portapapeles y documentación personal y algunas tarjetas de crédito.Con lo que no contaban los precoces delincuentes era con la cantidad de testigos cerca del lugar de los hechos y de pruebas que los incriminaron.
En total, 25 personas aportaron datos, sin contar que en el allanamiento y detención de Luberchi (estaba prófugo por un robo anterior) secuestraron casi todo lo robado a Racca.
También se supo que los autores del crimen enviaron a distintas personas mensajes de Whatssap que decían: “Lo matamos”, con emoticones de caritas llorando, o “le pegaron un tiro al camionero”. En la causa, la fiscalía logró recuperar otros mensajes usados por la adolescente con otros textos autoincriminatorios como “matamo un camionero”, “ta toda la yutaaa y la sum aqaa en la rutaa”, “de cara ... y ptt”, “los agarraron toda la yuta maaa me qiero morir”, “me parece q qedo de cara yo también loqaa”.
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