Por fin una buena en medio de tanta pálida en contra de la tarea docente. Es que el Ministerio de Educación de la Nación decidió premiar a la profesora Gisela Gómez por su desempeño en el IPET 85 República de Italia de Estación General Paz.
¿Qué hizo? Pues, lo que pide la currícula para su cargo y mucho más también. Trabaja en el IPET desde hace siete años, pero ya lleva ocho proyectos para la feria nacional de ciencias. De hecho en la feria ancional de 2015, acompañó el proyecto del colegio que mereció la medalla de oro.
Ella no se da cuenta, pero le brillan los ojos cuando habla de su profesión y sabe a la perfección que no se hará millonaria enseñando.
Sabe también que hay muchísimos docentes que hacen esfuerzos mucho más grandes para enseñar y en contextos mucho más precarios o lejanos o aislados. De hecho, ni siquiera se considera a sí misma acreedora del distingo que le hará el ministro de Educación de la Nación.
No se olvida de nombrar a sus colegas, con los que hace pareja pedagógica, y con los que comparte ese taller donde la práctica es lo principal para esos futuros técnicos en alimentación que saldrán con muchas herramientas, gracias al compromiso docente y directivo.
Gisela Gómez es una docente de la que sentirse orgulloso porque acepta el reto de enseñar en una pequeña escuela pública de un pequeño pueblo. Reciba sin culpa ese premio, ¡Profe!
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