Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
La Plaza Nicolás Avellaneda mostró una postal diferente el martes pasado. Tres profesores universitarios organizaron una clase a-bierta a la comunidad para visibilizar la protesta que llevan ade- lante numerosas casas de estudio a nivel nacional.
El caso más emblemático en la provincia es la Universidad Nacional de Córdoba que alberga a 132 mil estudiantes, según los datos publicados en su web. Allí, convergen estudiantes, profesores y egresados provenientes de la zona por lo que la disputa actual no pasó desapercibida.

Además de estar en las aulas, Patricia Acevedo es secretaria académica de la Facultad de Ciencias Sociales: “no es solamente una cuestión de los salarios docentes sino que además tiene que ver con la defensa de la universidad pública y de lo público en general”.
Por su lado, el docente e investigador Cristian Vay resumió: “Este conflicto viene de hace siete meses, pero recién ahora empezó a tomar estado público, sobre todo porque hay 57 universidades que no han empezado el segundo cuatrimestre (…) ya van cerca de 12 mil millones de pesos que el Gobierno Nacional está debiendo a las universidades y eso quiere decir que hay menos plata para pagar los servicios, becas, infraestructura”.
Entre todos

Cecilia Toledo, profesora de historia y egresada de la UNC, decidió participar del encuentro con sus alumnos de quinto año del IPEM 165 Presbítero José Bonoris. “Me interesó sumarme con los chicos para que conozcan la realidad y que sepan que son momentos históricos. Más allá de la postura partidaria, esto es un bien público y tiene que ser defendido por todos”, sintetizó.
Dos jóvenes que transitan los últimos años del nivel medio, dieron su opinión al respecto. Diana Visintini sostuvo: “Es una pena que tal vez en un futuro podamos perder ese derecho de tener la educación gratuita. Apoyo esto y apoyo la idea de defenderlo con uñas y dientes”. Mientas que Luisiana Zurita narró: “Actualmente estoy en el secundario, me faltan dos años para terminar y planeo estudiar trabajo social en la Universidad de Córdoba. Pienso que es muy importante defenderla porque de otra manera no sé si muchos podríamos acceder a la educación. Es un derecho y no debiera ser un privilegio”.
Investigación

Patricia Avecedo también está vinculada a esa área: “Estamos en septiembre y a la fecha no sabemos cuánto se va a destinar a los proyectos de los que hemos presentado y en los que venimos trabajando. En mi caso particular, dirijo a un equipo que investigamos la relación de los jóvenes con el trabajo, la educación y la participación ciudadana que son temas que después vuelven a los sectores con los que trabajamos”.
A la hora de una reflexión final, opinó: “El tema del contacto con la universidad no sólo como estudiantes es una cuestión interesante. No es el único ni el mejor. Es un modo de formar no solamente profesionales, sino que la universidad es un espacio de formación de ciudadanía. Es uno de los pocos sino es el único lugar público que se autogobierna, en el que los estudiantes también participan y ése es un ejercicio democrático invalorable”.
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