Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
La galería del antiguo edificio recibió a estudiantes de cuarto, quinto y sexto grado de la escuela Coronel Pascual Pringles, quienes se dispusieron a aprender sobre los familiares directos de los dinosaurios que pisaron la tierra hace millones de años. La famosa película animada La Era del Hielo fue el disparador de la charla en la que los chicos relataban a viva voz las aventuras de estos tres peliculares amigos prehistóricos.

Esta actividad estuvo enmarcada en uno de los numerosos vínculos que tiene el área educativa del Museo Jesuítico de quien depende además la Posta de Sinsacate. Mediante reuniones e intercambios, la comisión del museo colabora y abre las puertas a diversas propuestas de instituciones provinciales que bregan por la conservación y el conocimiento. En este caso se unió con el Museo de Ciencias Naturales para acercar la paleontología a los más chicos.
Por otra parte, están los destinatarios de estos convenios: las escuelas. En la búsqueda de fortalecer la agenda de las instalaciones en Sinsacate es que se ha elegido como sede de charlas y encuentros.
Parientes lejanos

Según el especialista, la presencia humana recién aparece en la provincia hace unos 10.500 años por lo que la megafauna tuvo dominio absoluto por milenios. “Son animales terrestres, mamíferos de gran porte que superaban la tonelada. Aquí en esta región había entre 15 y 19 especies. Algunos de ellos como por ejemplo el mayor de todos, Megaterio, un perezoso terrestre pesaba siendo adulto entre cuatro y nueve toneladas, es decir el tamaño de un elefante”, aseguró.
Mastodontes (similares a mamuts o elefantes), Gliptodontes (acorazados, ancestros de los armadillos o quirquinchos) y Toxodontes (parecidos a los rinocerontes actuales) fueron habitantes de estas zonas. En Ascochinga, hace varios años, se descubrió un cráneo perteneciente a la familia de los Toxodontes. Además, se han encontrado a las veras de los ríos registros no sólo de animales sino también de plantas, nidos de insectos o polen.
Tauber eligió cuestionar un mito muy común y lo hizo con un particular ejemplo: “Los grandes dinosaurios se extinguieron hace 66 millones de años, es decir lo que se va a analizar es muy posterior, estamos hablando de 126 a 8500 mil años ante del presente. Hay que aclarar que los dinosaurios carnívoros no se extinguieron sino que evolucionaron, se modificaron y se transformaron en las aves. Si usted se come una suprema a la Maryland o un pollo a la portuguesa se está comiendo un dinosaurio”.
Clima en movimiento

Para ilustrar este punto, remarcó: “Tenemos evidencia de algunos mamíferos, por ejemplo vicuñas fósiles, que hoy viven en la Puna a más de cuatro mil metros de altura. Esas vicuñas están adaptadas a condiciones extremas, de sequía y frío, pero hemos encontrado en la región de Anisacate donde hoy existe el bosque serrano. Es muy difícil de imaginar una vicuña en un bosque serrano, es imposible por distintos motivos de la anatomía, fisonomía.
“Entonces, ese bosque no estuvo siempre ahí, se instaló en el último periodo glaciar que es el estamos ahora, probablemente unos 8 a 9 mil años atrás. Los pastos que comen las vicuñas que seguramente estuvieron en la zona de Anisacate, hoy los encontramos en la Pampa de Achala, en las pampas de altura”, concluyó el especialista cordobés.
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