Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
Un juego que remonta a los primeros siglos de la humanidad, cobra hoy protagonismo como una herramienta más de aprendizaje. Si bien existen numerosas versiones sobre su origen, varias coinciden en que nació en el siglo VI, en India.
Luego de tantos años, sigue vigente y sumando fanáticos. Esta práctica anclada fundamentalmente en el área intelectual, llegó a transformarse en una alternativa ante generaciones que se inclinan por las nuevas tecnologías en detrimento de los clásicos juegos de mesa.

Exalumno de la institución, Fernando viene trabajando desde hace varios años por impulsar la actividad en la zona. Desde el espacio que coordina en la Biblioteca Popular Sarmiento, brinda clases para todas las edades e impulsa también competencias.
“En el año ‘85 UNESCO recomendaba el ajedrez para que distintos países lo pudieran insertar en el ámbito formal. Si bien Argentina todavía está un poco lejos de promulgar una ley de ajedrez educativo, sí hay proyectos provinciales inclusive iniciativas particulares y escuelas que lo han adaptado como este caso”, comenzó el relato.

A la hora de mencionar los beneficios, el docente puntualizó: “En ajedrez cada jugada es una decisión. Entonces, si ellos a través del juego toman decisiones que tratan de generar una pequeña fórmula de éxito, aquellos que le encuentran el gusto a la disciplina son protagonistas. Es en esa superación personal donde se crea el hábito saludable de tomar decisiones acertadas”.
Otros tiempos
Daniela García, directora del establecimiento, resumió la realidad del alumno actual: “El niño de hoy es hiperactivo por las nuevas tecnologías y por la forma que tenemos las familias de vivir. Ellos están acostumbrados al ensayo-error con el juego de un teléfono o una tablet, no piensan ‘¿cómo voy a hacer ahora para jugar bien?’. La computadora o la play los motivan constantemente a tener todo ya, de inmediato”.

“Defiendo las inteligencias múltiples, muchas veces en la escuela pública no están contempladas. Entonces, brindar esta posibilidad a los chicos es desarrollar una inteligencia más o permitir a los que ya tienen estas inteligencias múltiples la oportunidad de brillar en la escuela. Los juegos siempre llaman la atención, este tipo de juegos que desarrolle tantas capacidades y valores me parece muy importante”, concluyó.
Protagonistas

Gonzalo, por su parte, sostuvo: “Me gustaría seguir porque es una experiencia muy linda la que vivimos acá en la escuela, disfrutar con todos nuestros amigos”. Melina y Brenda narraron que no lo practicaban previamente, pero se animaron a contra lo que descubrieron de la disciplina por primera vez. “Empecé de cero acá en la escuela. Ahora me gusta jugar ajedrez”, confesó Melina. Su compañera analizó que es lo que disfruta de este juego: “Me gusta pensar que tenés la oportunidad de ganar o perder, todo puede pasar. Juego con mi primo, de paso le enseño algunas cosas y él a mí”.
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