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La campaña solidaria de la frazada ya es un clásico |
Acerca de la Asociación de Jubilados, Pensionados y Retirados de Jesús María y Colonia Caroya.
Por:
Adriana Felici (Periodista - directora sección En Familia)
Algunas cosas con las que uno se topa casi por casualidad confirman eso de que querer es poder. La Asociación de Jubilados, Pensionados y Retirados de Jesús María y Colonia Caroya es una muestra cabal de que con voluntad y esfuerzo se logran muchas cosas.
Con cuatro años de existencia (desde mayo de 2014) esta asociación, que funciona sobre la calle Tucumán de Jesús María, nació por inquietud de un grupo de mujeres que querían “hacer algo”. Ese algo se transformó en una entidad sin fines de lucro –con personería jurídica y todos los papeles en regla- que hoy cuenta con nada menos que 386 socios.

Mary Videla y María Rosa Sangoy, respectivamente prosecretaria y vicepresidenta de la asociación, nos cuentan que –como era de suponer- la mayoría de los socios son mujeres. “De 386, sólo hay 4 ó 5 varones; me parece que tendría que haber más hombres”, desliza Mary.
“¿Por qué la palabra “Retirados” en el nombre de la entidad? Porque querían incorporar también a la policía y otras fuerzas de seguridad que se retiran antes”, explican.
La génesis

El nacimiento de esta asociación sin fines de lucro empezó con reuniones en el IMEI; encuentros que muy pronto derivaron en la convicción de “hacer las cosas bien. Esto implicó gestionar la personería jurídica y hacer los trámites ante Afip. Videla y Sangoy explican que estos requisitos les permiten dictar talleres culturales permamentes ya que el Ministerio de Desarrollo Social de la Provincia se hace cargo del sueldo de los profesores.
“Pero más allá del dinero –aclaran- creemos que los profesores están contentos por la hermosa devolución de parte del grupo de los socios que asisten”.
La cuota mensual es de $ 150 con opción a participar en todos los talleres. El dinero de la cuota social se destina a gastos de alquiler, teléfono, gas, electricidad, etc.

Hablando de dinero, Mary –docente jubilada- evoca el primer paso para reunir fondos con el fin de encarar la parte legal: “Organizamos un bono contribución. Porque, ¿qué hacen los docentes cuando necesitan dinero para comprar algo para la escuela? Organizar una rifa”, sonríe. El premio fue una canasta de comestibles y otra de artículos de limpieza. Los productos salieron de sus bolsillos y obviamente también compraron números.
Con respecto a los talleres, se dictan tres de estimulación cognitiva, de los cuales uno tiene el cupocompleto (31 alumnos), y los que se detallan a continuación: Estimulación cognitiva (a cargo de Paola Romero, Valeria Seia y Guadalupe Perafan); Gimnasia terapéutica y Yoga (Leonor Conci); Ritmo (Graciela Figueroa); Telar (Norma Raselli); Pintura (Leonor Rizzi) y Encuentros literarios (Susana Tobin y Norma Flores).
El “plus”
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La sede de la calle Tucumán |
Le preguntamos a Mary y a María Rosa si formar parte de una asociación de jubilados puede ser una especie de salida para la soledad. No dudan en afirmar que es así, y a Mary Videla se le iluminan los ojos cuando dice que ese fue precisamente uno de los principales objetivos iniciales. Y lo sigue siendo. Tienen muchos y lindos proyectos: contar con un lugar más amplio y cómodo , abrigan la esperanza de concretar encuentros intergeneracionales –son muy enriquecedores, puntualizan. Además este año como experiencia piloto se crea un anexo en Colonia Caroya y como también les gustan los paseos –claro está- ya están pensando adónde irán en cuanto deje de hacer tanto frío.
Datos útiles: La asociación funciona en Tucumán 872, Tel. 608910. Atención: Martes y jueves de 9:30 a 12: 00 y de lunes a viernes de 16:00 a 18:30.
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