El término "posverdad" fue incluido recientemente en el Diccionario de la real Academia Española que lo define como una "Distorsión deliberada de una realidad, que manipula creencias y emociones con el fin de influir en la opinión pública y en actitudes sociales". Es decir, esas aseveraciones que dejan de basarse en hechos objetivos para apelar a las emociones, creencias o deseos del público.
Fue utilizado por primera vez en 1992 por el dramaturgo serbio-estadounidense Steve Tesich, en un artículo que publicó la revista The Nation. Con la posverdad ya no habría rumores falsos, todo es verdadero mientras sirva para obturar la realidad. Bajo esta lógica, “se usa para destruir al rol del Estado, para invisibilizar escenarios de represión y crimen, para ocultar fraudes electorales de todo tipo”, como dijo el filósofo y comunicólogo Fernando Buen Abad.
En tiempos de posverdad, no importa si los hechos son verdaderos o falsos, mientras sean míos y me ayuden a mantener mis convicciones sin interpelación. Es verdad porque suena como verdad, porque lo siento como verdad y porque a quienes se los comunico lo aceptan como verdad.

Es el mundo donde la verdad como la conocíamos desapareció y su rol dejó de ser central. El filósofo británico A.C. Grayling lo resumió así: “Todo el fenómeno de la posverdad es: 'Mi opinión vale más que los hechos'. Es sobre cómo me siento respecto de algo. Es terriblemente narcisista. Y ha sido empoderado por el hecho de que todos pueden publicar su opinión en redes sociales”.
Dios nos libre de los que se creen portadores y profetas de estas “verdades” de mentirita.
Muy buen articulo ,a esto se le llamo por el Papa San Pio X la corriente relativista , lo denuncia y resume en su Encíclica Pascendi como Modernismo ...estamos hablando que se veía este movimiento ya en el final del siglo 19.
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