Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
En 2016, se anunció la llegada de equipamientos, parte por donación y parte por inversión propia, para realizar exámenes de detección de enfermedades de transmisión sexual en los centros de salud barriales. La iniciativa sumó un espacio más para evacuar dudas pero esta vez con más cercanía al vecino. Los tests que se efectúan desde entonces son gratuitos, seguros y confidenciales.
Las estadísticas recién toman como referencia entre septiembre de 2017 y mayo de este año, momento en el que se pusieron en marcha completamente los centros de prevención. Durante ese lapso de tiempo, se llevaron a cabo 346 prácticas entre los cuatros centros de salud. Vale destacar que el mayor porcentaje es de mujeres embarazadas que se practican los controles en cada trimestre, una tarea que debiera ser habitual, pero no siempre lo es.
Si bien toda persona tiene que hacerse el test, las gestantes son quienes deben profundizar los controles para evitar el contagio al bebé. Diego Almada, subsecretario de salud, analizó con preocupación: “Todavía sigue habiendo infección vertical lo cual es una locura porque significa que una mujer embarazada puede llegar al momento del parto sin saber que tiene VIH y esto se puede reducir a cero si es tratada debidamente. Me ha tocado en la práctica como pediatra tener que asistir a niños con VIH positivo, es una gran deuda social. El fracaso de todos los sistemas sanitarios, educativos porque el VIH desde que lo tenemos debería ser considerado una enfermedad crónica y absolutamente controlada. Sin embargo, sigue habiendo esta cuestión que nos sorprende el diagnóstico cuando podría prevenirse”.
Jóvenes líderes
A la hora de completar el equipo del CePAT, no podían faltar los voluntarios de Aces por lo que Lautaro Spicogna es quien tomó la posta de ser voz y sostén de aquellos que concurren a controlarse. Pese a su corta edad, se mostró seguro y firme ante una tarea con enormes desafíos.

Si bien ya habían laboratorios públicos y privados atendiendo consultas, aún quedaban y quedan, cuestiones burocráticas de por medio, además de tabúes que cuestan derribarse. “El hospital tiene un formulario con un montón de preguntas que tienen que ver con tu intimidad que son un despropósito. Que vos vayas a hacerte un tests para saber si en tu vida, haya sido la que haya sido, estuviste expuesto y te pudiste haber infectado, te termina preguntando si tenés relaciones sexuales por la oreja o si tuviste 70 parejas sexuales en una semana (…) para lo estadístico está bien, pueden ser útiles para otra gente pero para esto, es totalmente inútil porque lo único que hace es poner trabas para que a gente se haga el test”, añadió Ignacio Aguirre, fundador de la ONG.
Los jóvenes que forman parte de Aces siguen marcando el camino para concientizar sobre la educación sexual y la prevención. Lautaro es un buen ejemplo de ello. Ante la consulta de cómo es su labor, resumió: “Saber el resultado del test, más allá de que no significa la muerte hoy, conlleva situaciones que por ahí no están buenas. Lo que vive una persona sigue siendo muy duro. Es estar preparado no para lo médico, no para saber qué le van a pasar a tus glóbulos blancos sino que lo importante para una persona es saber que no está sola, que va a poder seguir su vida con su familia, que no va a significar una muerte social”.
Lugares y horarios de atención del CePAT: Dispensario Sierras y Parques: miércoles 8 a 10:30 hs. Dispensario Costanera: jueves 8 a 12 hs. Dispensario Latinoamérica: lunes 8 a 12 hs.
No hay comentarios:
Publicar un comentario