Desde mediados de julio los inspectores de la Municipalidad de Colonia Caroya y de la Guardia Urbana de la Municipalidad de Jesús María vienen trabajando en forma conjunta en sectores de compleja circulación vehicular, como es el caso de la avenida 28 de Julio, la Ruta 9 y sus calles colectoras y aledañas.
Las acciones se focalizan en dos horarios, cuando el intenso tránsito ocasiona congestionamiento vehicular.

Y de 18 a 20, mientras el intenso movimiento entre ambas localidades ocasiona importantes congestionamientos.
Durante esos horarios los inspectores se disponen en las intersecciones de Av. 28 de Julio y Calle Marcos Perdía (Calle 172), Av. 28 de Julio y Av. Juan B Justo, Ruta Nacional N° 9 y Av. San Martin, donde se realiza la tarea de reordenamiento del tránsito urbano, particularmente agilizando la circulación en la rotonda.

Estas acciones combinadas forman parte de un paquete de medidas no estructurales, en esta primera etapa de diagnóstico, que se complementarán con otras medidas que se analizan por ambos municipios para agilizar y hacer más seguras las intersecciones mencionadas.
“La colaboración de las instituciones del sector y de los vecinos es fundamental en lo que se refiere a respetar indicaciones de los agentes y contribuir con la agilización del tránsito”, destacaron en el comunicado de prensa.

El desafío mayor
La columna vertebral que conecta el este con el oeste de la región es, sin dudas, la avenida San Martín de Colonia Caroya hasta que se convierte en avenida 28 de julio en Jesús María.
Sobre esa columna están asentadas instituciones como Gendarmería Nacional que moviliza diariamente miles de personas. Es la vía que lleva también a los vecinos que hacen su vida en estos pagos, pero duermen en Ascochina, La Granja o Agua de Oro.

Caroya pidió a la consultora de Horacio Botta Bernaus un estudio con propuestas de solución y Jesús María hizo lo propio con la Universidad de Villa María.
Pese a que algunos vecinos insistieron en que allí debería colocarse un semáforo, y como el tránsito intenso no es permanente, los especialistas descartaron que ésa sea una solución. Por el contrario, opinaron que podría afectar negativamente a la fluidez en la zona.
Lo cierto es que este trabajo conjunto podría ser la punta de lanza de un entendimiento mayor entre ambas localidades para resolver un problema que crece en la misma medida en que crece el parque automotor.
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