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El Aeroclub Alianza pasa por uno de sus mejores momentos


El espacio aeronáutico de Jesús María sorteó diferentes pruebas y hoy cosecha los frutos.

Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)

Cada fin de semana, el cielo se colma de espectáculos aéreos que no deja indiferente a ninguno ya que todos voltean la mirada hacia arriba para encontrar al intruso que se esconde entre las nubes. Lo que sucede es que desde hace un tiempo, la actual comisión redobla esfuerzos para mantener las puertas abiertas del último aeroclub de la región norte de la provincia. 
Hace más de 70 años, un grupo de aficionados organizó una asociación que funcionó en el predio donde hoy se asienta la planta Maxion. Luego las instalaciones se reubicaron en su lugar actual, en barrio La Florida, hace sesenta años atrás. 
La disciplina perteneciente al Club Alianza enfrentó situaciones difíciles que costaron varios años de clausura. Falta de presupuesto y personal, papeles fuera de regla, desinterés y una causa judicial, solo por mencionar algunos de los desafíos que sorteó. Sin embargo, siempre resurgió como el Ave Fénix. 
El vínculo con el aeroclub de Juárez Celman fue fundamental para la reapertura debido a que lograron arreglar un avión que hacía años estaba guardado. La relación con la institución sigue vigente no solo en cuestiones de mantenimiento sino también de prácticas para futuros pilotos. 
Hoy el presente les sonríe pero no es casual. El esfuerzo y las ganas de superarse siguen estando a la orden del día. Marcelo Marchetti es la personificación de esos valores, en sus palabras: “yo nací en el club, desde que me acuerdo vuelo (…) el aeroclub me dio todo, cuando tengo que dar instrucciones yo no cobro. Yo tuve la oportunidad de tener el aeroclub en frente de mi casa. Mi padre nos compra un avión cuando tenía 20 años y nos íbamos en bicicleta con un bidón de nafta en el caño para ir a volar”.
El valor del aeroclub trasciende el hobby ya que es punto de referencia para aeronaves de todo el país. Han aterrizado en la pista personalidades del mundo del espectáculo y la política a lo largo de los años, llegaron traslados de pacientes, turistas y empresarios. Además, en los últimos incendios que sufrieron las Sierras Chicas, Jesús María fue el lugar de abastecimientos de aviones hidrantes para la lucha contra el fuego. 
En los 25 años que lleva como piloto y miembro de la comisión en la mayoría de ellos, Marcelo relató anécdotas, variadas y numerosas por cierto. “Acá se organizó la ablación más grande de órganos en Jesús María, hace 20 años atrás. Hubo ocho aviones en el aeroclub, donaron todo. Eso nadie lo sabe”, relató.

Nueva generación
Valentino Vecchiet y Federico Druetta son dos jóvenes pilotos que están tomando la posta en la comisión. Marcelo destacó que “el que lleva a la aeronáutica como una pasión, ese llega. Porque nosotros estamos haciendo obras, todo a pulmón. Perdemos muchas horas, mucho tiempo”.
La nueva generación comparte el amor por la actividad con aquellos que llevan más tiempo y pelean por crecer de igual a igual. “Arranqué con la actividad en 2014, egresé del secundario y empecé en Juárez Celman. Me recibí ese año en noviembre más o menos, seguí volando allá pero me empecé a involucrar acá de a poco (…) desde que tengo uso de razón quiero hacer esto. Yo vivía en la zona de Cañada de Luque y en esa zona había un piloto fumigador entonces cada vez que lo veía, me inspiraba”, narró Federico. 
Por su parte Valentino, remarcó que “la pasión siempre la tuve. Iba al aeroclub cuando estaba clausurado. Mis amigos se iban a jugar al futbol y yo agarraba la bici para ir. Tengo el recuerdo de que caen al restaurant de mi familia dos pilotos, les pregunté y me dijeron que el avión estaba en el aeroclub. Fui hasta allá, cuando llegaron ellos me reconocieron y me mostraron el avión, me encantó”.

Mirando al futuro
Con numerosos proyectos en marcha, el aeroclub no se detiene. En la actualidad cuenta con a dos aviones propios para recreación e instrucción y nuevos hangares que alquilan para obtener ingresos además de los vuelos de bautismo que se repiten cada fin de semana. 
Un sueño por cumplirse es poner nuevamente en marcha la escuela de vuelo que funcionó en la década del ‘90, anhelo que está más cerca. Finalmente, el Festival Aéreo se convirtió en el evento más convocante de la agenda del club, por lo que este año se llevará a cabo su 8ª edición, el 3 y 4 de noviembre.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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