Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
A 49 años del levantamiento, las bibliotecas Filomena Rossi y La Bicicleta organizaron una jornada para incorporar una nueva mirada sobre el Cordobazo, la del género. Durante años las figuras de los sindicalistas Agustín Tosco y Elpidio Torres se trasformaron en representantes de la lucha. Sin embargo, hubo mujeres protagonistas que estuvieron a la par de sus compañeros enfrentando a la policía y el ejército.
Vínculos
Luego de ver una entrevista televisiva a Marta Sagadin, una militante referente de la época, la oficina de género municipal puso en contacto a las dos bibliotecas con miembros de la Red de Bibliotecas con Perspectiva de Género.
La Biblioteca Juana Manuela Gorriti, de Córdoba Capital, encabeza la organización. Alguna de sus iniciativas incluye un catálogo colectivo especializado en género que se encuentra disponible en la web, en el cual figuran todos los títulos de los centros culturales adheridos.
Rodrigo Chávez, coordinador de La Bicicleta, resumió los vínculos creados con la asociación: “Ahí encontramos una línea de trabajo en red, un montón de ideas para revalorizar la perspectiva de género en los espacios culturales que somos las bibliotecas (…) mirar la literatura, la información, documentación con otros ojos, entendiendo desde donde se dice y reivindicando la lucha contra todas las asimetrías de poder que hay”.
Capítulos perdidos
Así fue que arribó a Colonia Caroya un grupo de mujeres para presentar el libro Mujeres desde el Cordobazo hasta nuestros días editado en 2006, por el Movimiento de Mujeres Córdoba. En sus páginas están presentes los relatos de obreras, estudiantes y amas de casa que vivieron la convulsionada década del ‘60.

Susana “Susy” Carranza narró su experiencia que también figura en la publicación mencionada. A los 18 años ingresó a la fábrica de lámparas para autos que más tarde se denominaría Lesa y allí se unió al sindicato liderado exclusivamente por hombres pese a que era mayoría femenina en la empresa.
“Estuvimos totalmente a la par, yo caminé las calles de Córdoba haciendo lo que tenía que hacer en el momento de la insurrección (…) los días previos había un tufillo en el aire que nos indicaba que algo distinto iba a pasar, la ebullición también venía de los estudiantes en lucha. Habían cerrado las universidades, habían matado y reprimido muy fuerte”, contó Susy.
Las vivencias de aquel día siguen patentes en su recuerdo: “En barrio Clínicas, Güemes, ahí todas las familias salían a apoyarnos que también tenían una crisis económica importante y tampoco querían el gobierno de Onganía. Hay cosas que después de 49 años guardo en mis retinas muy profundamente. Yo salí esa mañana a las nueve de mi casa y volví ya con toque de queda, con el ejército en la calle a las diez de la noche acompañada de un delegado de la fábrica Transa quien, supuestamente, hacía de mi marido para evitar probables problemas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario