Por: Florencia Strasorier (Lic. en Comunicación Social - florencia.strasorier@gmail.com)
El pasado jueves 14 de junio, luego de 22 horas de debate en el Congreso Nacional, la Cámara de Diputados arrojó 129 votos a favor, 123 en contra y 1 abstención por la legalización del Aborto. Esta media sanción espera su tratamiento en Senadores para ser completa. El proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) fue presentado 7 veces por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal Seguro y Gratuito (creada hace 13 años) y en 2018 fue tratada en el Congreso por primera vez. Lo acontecido el pasado miércoles, comenzó hace dos meses con la exposición de 738 oradores en 15 sesiones, un total de 106 horas de ponencias.
Las ponencias a favor pusieron foco en el aborto como una problemática de salud pública que requiere la atención (y no la espalda) del Estado. Evaluaron la temática en clave de justicia social: las mujeres con menos recursos mueren y las pudientes lo hacen sin que sus vidas corran riesgos. Otras, pusieron énfasis en el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo y sus vidas, siendo el aborto una decisión personalísima vinculada a proyectos de vida y planificación familiar. Cosa que ya sucede, en la clandestinidad.
Las ponencias en contra, se centraron en la defensa de “las dos vidas” priorizando la continuidad del embarazo. Posicionados desde una postura metafísica que sitúa al embrión como persona, se opusieron al proyecto existente sin explayarse en una contra-propuesta que brinde soluciones.
En lo que ambas posturas coincidieron es en la necesidad de Educación Sexual Integral que es ley desde hace doce años, pero no se implementa como corresponde. Por desidia de muchos docentes que, a pesar de tener el material, no lo implementan, hoy son las y los jóvenes los que demandan el cumplimiento de la ESI. En la Cámara de Diputados se mostraron unánimemente a favor de la Educación Sexual Integral: ¿Cuántas escuelas de la zona la implementan?
El ejército de pañuelos verdes
Un millón de personas se concentraron frente al congreso velando por el aborto legal. En Córdoba, también hubo vigilia. El frio bajo cero no impidió que jóvenes y adultas pasen la noche esperando el veredicto que se conoció 10 minutos antes de las 10 AM. Los pañuelos verdes de la campaña son el icono de esta lucha; el debate sobre aborto legal o clandestino ha hecho posicionarse a toda la comunidad y la adhesión a la legalización es mayoría. Ahora, falta la decisión de Senadores.
La ley
La ley que obtuvo media sanción lleva por nombre Interrupción Voluntaria del Embarazo y contempla la accesibilidad al aborto de personas gestantes mayores de 16 años con consentimiento informado. Menores de edad deben ser autorizadas y acompañadas por tutor. Además, continúan las causales de la ley que existe desde 1921: se puede practicar cuando el embarazo sea fruto de una violación, el feto sea inviable o la vida de la mujer esté en riesgo. También, obliga a las instituciones públicas y privadas a garantizar su accesibilidad y otorga la objeción de conciencia para profesionales que en tiempo y forma notifiquen que no quieren realizarlo. Además, implica la creación de Consejerías que acompañen a las mujeres antes durante y después de la decisión (sea cual fuere) y propone la aplicación efectiva de la Educación Sexual Integral.
La legalización del aborto es el tema del momento. No es algo de moda ni algo liviano; sea cual sea la postura requiere fundamentos. Como mujer, feminista y comunicadora celebro la media sanción de una ley que no obliga a nadie a hacer lo que no quiere y que se traduce en un derecho adquirido para el colectivo de mujeres.

Claudio Minoldo
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