Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
Un chico de barrio sueña en grande hasta que un día sale de su ciudad natal y pisa el césped de la mano de un equipo de primera división en Córdoba. De allí, a otro equipo nacional para finalmente vestir la camiseta celeste y blanca con el pecho inflado. Hoy, a los 25 años, instalado a miles de kilómetros de distancia recuerda sus días en el potrero del barrio con sus amigos de la infancia.
El resumen parece sacado de una historia de película, esas que emocionan y con las cuales todos ven reflejados en la pantalla alguno de los anhelos perdidos o por venir. El relato se complementa con un club que desde hace 84 años sobrevive al paso del tiempo.
Desde fines de 2015, Jorge Arguello es quien se desempeña como presidente de la comisión general luego de ser elegido nuevamente por segundo período consecutivo. Con un hablar pausado, analizó la realidad del club y resumió los grandes avances de los últimos años. Laura Canale, secretaria y miembro del comité, colaboró con datos cuando la situación así lo requirió a la par que evacuaba las dudas de niños y jóvenes que ingresaban a las instalaciones.

“Después -continuó- vinieron los ingresos por Rigoni que en verdad fueron una bendición. Se cobró en cuotas ya que el club no tenía balances ni los papeles al día con la AFIP. Por eso, se demoró. Con esa plata se decidió en comisión directiva climatizar la pileta que -entre gas natural y la estructura del cobertor- se invirtieron $ 1,3 millón”.
Otras obras que se llevaron a cabo fueron la tapia perimetral de las canchas de fútbol que estaban por derrumbarse, la construcción de media tribuna que se complementará con un espacio similar a fines de este año. Nuevos pisos y baños de damas en el salón más chico también se incluyeron en el plan de trabajo.
Ayuda extra

En el caso local, el 15% del contrato de Emiliano es propiedad del club caroyense, además de las cuotas que se envían por haber sido parte de la formación en sus primeros años.
Tras su paso por Belgrano, luego a Independiente y, en la actualidad, al Zenit de Rusia, arriban fondos al club que son reinvertidos en mejorar las instalaciones.
El “golpe de suerte” permitió subsistir ante la compleja situación que atraviesan las organizaciones deportivas hoy. “Es una realidad normal que no tengan ningún tipo de ingresos porque no tienen masa societaria, los socios han dejado de pagar. Los clubes pasaron de moda. El otro día veía la película argentina Luna de Avellaneda, todo lo que yo te puedo decir está en las imágenes. Es lo mismo que pasa en todos los clubes”, razonó Argüello.

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