Entre las dos bodegas más grandes de Colonia Caroya procesarán alrededor de 600 mil kilogramos de uva durante el corriente año, pero es difícil estimar cuál será la cantidad que completará la producción de vinos artesanales y caseros.
Lo importante este año no es tanto cuánto sino cómo está la uva ya que Colonia Caroya tuvo tres años para el olvido en términos de cosecha y viene de uno de los peores de los últimos 30. Extremo calor en enero y demasiada lluvia en febrero fueron suficientes para arruinar tres cosechas seguidas y generarles mermas cuantiosas.
“Hemos podido procesar uvas de muy buena calidad y sanidad lo que nos va a permitir elaborar muy buenos productos”, consideró Santiago Lauret de bodega La Caroyense sobre la presente cosecha.
La antigua bodega adquirirá al término de la presente vendimia 400 mil kilos de uvas locales y pagará cada kilo entre 9 y 14 pesos, dependiendo de la variedad.

“En este tipo de variedad tenemos una oportunidad muy interesante, tenemos posibilidades únicas”, consideró el joven responsable de la bodega que inaugurará sus instalaciones el próximo 22 de marzo.
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