En sesión especial del Concejo Deliberante, desarrollada en el Museo de la Ciudad el pasado jueves, la edil Mariana Ispizua juró como nueva intendenta de la ciudad, en reemplazo de Gabriel Frizza y hasta completar el presente mandato, en diciembre de 2019. A su vez, Félix Naúm se sumó al cuerpo legislativo para cubrir la vacante que dejó Ispizua.
Mariana se convirtió, de esta manera, en la primera mujer que tendrá a su cargo regir los destinos de la ciudad por un período extenso de tiempo toda vez que otras mujeres estuvieron -temporalmente- supliendo a intendentes durante sus vacaciones o licencias.
Su primer discurso, después de prestar juramento, comenzó con al agradecimiento al exintendente Gabriel Frizza, al gabinete municipal, a sus excamaradas en el Concejo Deliberante y a su familia. También, ofreció algunas pistas sobre el destino que imagina para Jesús María: “Seguiré ese camino (trazado previamente por Frizza) con la convicción de que las ciudades que saben a dónde van son las ciudades que crecen, sin olvidar que una ciudad no es sólo infraestructura, servicios, desarrollo inmobiliario e institucional ya que todo eso carece de importancia si, a su vez, no hay un crecimiento de nosotros, los vecinos, en la solidaridad, en el respeto por el otro, en el cumplimiento de las leyes, en la buena vecindad”.
Ispizua aseguró que propiciará desde su gestión el cuidado y el uso racional de los recursos como el agua, el trabajo colaborativo en la preservación del ambiente, la prevención y el cuidado de la salud integral, y la creación de espacios para la utilización del tiempo libre, especialmente para los jóvenes.“Al equipo -agregó la jefa comunal- le pido actitud y empeño, apertura, humildad, capacidad de escucha para cada vecino y los empleados municipales, aportando soluciones con creatividad, con presencia en cada barrio, generando oportunidades en los distintos sectores de la comunidad, y buscando juntos soluciones, pensando en el futuro de todos”.
Eficientes, austeros, transparentes
En el siguiente tramo de su discurso, Ispizua planteó el modelo de gestión que piensa seguir, mientras le planteaba al gabinete la necesidad de ser eficientes, austeros, transparentes, planificando cada actividad con la adecuada asignación de recursos, de manera de no incurrir ni en gastos “innecesarios o superfluos”.
“El municipio -definió Ispizua- es una familia que está integrada por distintas familias por lo que no hay forma de concebirlo sino hay participación. Por tal motivo es que convoco a todos los vecinos a que se sumen a este proyecto”
Y acotó: “Es imperioso que los ciudadanos reconozcan a su ciudad, se sientan parte de ella, y protagonistas de su futuro ya sea en forma directa, con la participación en clubes, en asociaciones intermedias, centros vecinales, con la solidaridad que nos caracteriza a los jesusmarienses y que a menudo comprobamos en situaciones extremas. Entre todos, podemos hacer que nuestra Jesús María sea más amigable, ordenada, participativa, e inclusiva. Y estoy reparada para contenerlos a todos y poder entonces disfrutarla en cada una de las etapas de nuestra vida”.La asunción de la nueva intendenta fue acompañada por sus pares de Colonia Caroya, Sinsacate y Colonia Vicente Agüero, además de los legisladores provinciales Carlos Ciprián y Carlos Presas.
Tras los deseos por las fiestas de Navidad y Año Nuevo, la multitud que se hizo presente en el Museo Biondi se acercó a abrazar y fotografiarse con Ispizua, además de desearle los mejores éxitos para lo que se avecina.
“Imagino una ciudad vivible, querible. Dentro de los talleres del Jesús María proyecta, los niños dijeron que lo que más les gusta de la ciudad son los jesusmarienses, creo que sobre esa idea tenemos que trabajar fuertemente”, redondeó la flamante intendenta en su primera rueda de prensa.
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