Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
Finalizó el ciclo 2017 y llegó el tiempo de balances. Los integrantes del Concejo Joven de Colonia Caroya participaron de un encuentro el miércoles pasado con los ediles del órgano mayor además del intendente Gustavo Brandán y la secretaria de Gobierno Paola Nanini.
Los adolescentes concurrieron a lo largo del año a diferentes talleres y actividades siendo uno de los objetivos la elaboración de proyectos concretos que luego arriban al escritorio del Concejo Deliberante. En esta ocasión las miradas de los chicos estuvieron puestas en dos ejes: educación sexual y terminalidad educativa.
El coordinador del equipo Eduardo Pereyra junto a Laura Contessi plantearon a su vez, la necesidad de cambios en la normativa que da origen al espacio juvenil. Por ejemplo, permitiendo el ingreso de jóvenes de hasta 20 años aunque no formen parte del sistema educativo.
Otra cuestión que se propuso en cuanto a la dinámica de trabajo interna fue la creación de nuevas áreas dejando de lado la estructura jerárquica anterior. Conformar una Asamblea General, con comisiones permanentes y especiales, además de la Mesa de las Juventudes integrada por diversas instituciones de la ciudad.
Finalmente, el texto prevé incorporar otros objetivos más allá de la legislación llevando adelante acciones sociales y culturales para las cuales también se incluyó la solicitud de un 0,05% del presupuesto anual que posee el concejo mayor.

La tenencia responsable de mascotas también se planteó basándose en la ordenanza existente a la cual se le incorporarán nuevos textos. Según los concejales, se podría aprobar las modificaciones antes de fin de año tras una reunión con Andrea Vera de Hocicos de Caroya, quien brindó asesoramiento al respecto.
En marcha
Andrés Vidal, Lucía Astudillo, Jeremías Campomar, Matías Mesa Cornado, Catalina Martínez, Florencia Murúa, Sarón Ruffino, Federico Acosta, Tiago Farías y Alduino Copetti fueron los jóvenes que encabezaron las dos iniciativas.
Divididos en dos grupos, se preguntaron sobre la realidad de sus pares, investigaron y le dieron forma a las posibles ordenanzas. El programa de becas municipales surgió luego de analizar los datos de los últimos censos, el del año 2001 y 2010, cuyos resultados arrojaron que sólo la mitad de la población caroyense logra finalizar sus estudios secundarios.

“La idea de este proyecto es permitirles esa oportunidad para que todos podamos estar en un mismo nivel de educación”, sostuvo Andrés. Su compañera Lucia completó: “en la primaria los padres te acompañan durante el ciclo, pero en la secundaria no son de estar junto a sus hijos porque están más grandes, entonces es necesaria esa contención”.
Por otro lado, los “concejalitos” notaron que si bien existe la ley nacional sobre educación sexual 26.150, en la práctica aún quedan cuestiones por resolverse. Los jóvenes realizaron un relevamiento mediante encuestas para conocer la opinión de sus compañeros y amigos.
Con un total de 139 consultas arribaron a la conclusión de que hay intentos de establecer lo que plantea la ley, pero los esfuerzos y reflexiones se concretan en personas puntuales (docentes, preceptores, entre otros) sin planificación previa y no de manera colectiva.
Por ello, los chicos elaboraron dos propuestas de trabajo. La primera, una serie de capacitaciones a miembros de los centros educativos de la ciudad, organizados por el municipio. También incluye un plan de difusión en centros de salud con cartelería y folletos llamativos, acordes al rango etario que se destine para despertar mayor interés en el acceso a la información. “No estamos promoviendo que tengan sexo, estamos informando, previniendo”, finalizó Jeremías.
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