Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
En una charla distendida, Claudio Quinteros (director de la institución) y Rodrigo Arrascaeta (secretario del Centro de Estudiantes) relatan cómo surgió la necesidad de proponer un espacio diferente.
Alumnos que forman parte del órgano de participación de la escuela, notaron que varios de los escenarios en la región bajaban sus telones. Ante la falta de oportunidades para las bandas, comenzaron a idear un proyecto para modificar eso.
La iniciativa consistía en programar un concierto una vez al mes en el cual los grupos musicales compuestos por estudiantes o profesores, pudieran mostrar su habilidad. En la actualidad la institución está integrada por más de 100 alumnos y 20 docentes cuyos vínculos con la música excede lo académico.
La mayoría de ellos son miembros de por lo menos una banda ya sea de rock, jazz, folclore, cuarteto, cumbia, entre otros ya que todos los géneros están representados. A través de gestiones con el municipio de Colonia Caroya y con el acompañamiento de las autoridades del equipo directivo, los jóvenes obtuvieron el apoyo económico para llevar a cabo el evento.

Los artistas que se presentan en “Sesiones Sonoras” perciben una suma de dinero por participar, lo que permite reconocer de alguna manera su esfuerzo y colaborar en su crecimiento.
Punto cultural
En junio se llevó a cabo el primer encuentro en las instalaciones de la Casa de la Cultura, donde funciona habitualmente la escuela. Cielo Dáscola y Moby Dick inauguraron el escenario. Durante julio no se realizó el evento por el receso invernal pero el tercer domingo de agosto recibió a Martín Dellavedova y Grillos Negro.
El formato del show está pensado para la presentación de dos bandas en una noche, con un tiempo de 45 minutos cada una. Además, sus organizadores desean convertir la propuesta en un lugar de referencia para la cultura local.
Es por eso que fueron invitados tres pintores que llenaron los pasillos con creaciones: Melisa Serrano, Néstor Enríquez y el pequeño Renzo Farrando. Muestras como éstas son algunas de las ideas que los alumnos tienen en mente para ofrecer alternativas diferentes en cada encuentro, más allá de lo musical.

El Centro de Estudiantes elaboró una lista de cantantes y músicos que participarán en las próximas ediciones. Si bien el objetivo principal era dar un espacio a bandas de alumnos y profesores, afirman que las puertas están abiertas para cualquier grupo musical.
En cuanto a la imagen que tiene la sociedad caroyense de la institución, su director responde: “la gente que conoce la escuela sabe lo que hay acá (talento). Más allá de todo, los que no la conocen, nosotros debemos llegar a ellos porque muchos chicos no conocen que se dá una carrera, que se otorgan títulos oficiales”.
Las oportunidades comienzan a multiplicarse aunque quedan desafíos por delante. “La escuela debería ser una emblema de Colonia Caroya, en cada fiesta, acto o desfile la escuela de música tendría que tocar”, finaliza Rodrigo.
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