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Caso Cadamuro: Cotejarán ADN de sospechosos

Esta semana, se realizaron en forma simultánea las pericias psicológica, psiquiátrica y neuro psicológica a Jeremías Sanz, en la causa que investiga la muerte de María Eugenia Cadamuro.

Esta semana marcará un antes y un después en la causa Cadamuro. Es que la pericia psiquátrica resulta de vital relevancia para la parte querellante porque determina cuán consciente estuvo el único imputado que tiene la causa, Jeremías Sanz, sobre la criminalidad del acto del que se le acusa: el asesinato alevoso en contra de su madre.
Sobre todo, por la sospecha de que la estrategia de la defensa del joven de 21 años se centraba en su inimputabilidad por su adicción a las drogas y supuestos trastornos derivados de golpes en su zona craneana.
Esta semana, en forma simultánea, tenían lugar las pericias psiquiátrica, psicológica, y neuropsicológica. Los informes de estas pericias podrían extenderse una semana más.
La neuropsicológica tenía como cometido valorar si Sanz tiene algún daño cerebral adquirido como consecuencia de accidentes de cualquier tipo. Extraoficialmente, se conoció que no tendría ningún problema en los lóbulos frontales lo que descartaría enfermedades derivadas del mal funcionamiento de los lóbulos, incluyendo un tipo de demencia.
“Todo lo que dice y hace confirma que está perfectamente bien y que comprende la criminalidad de sus actos”, confió una fuente con acceso a la causa.
Entre lunes y martes, la actitud de Sanz ante los peritos oficiales y de parte habría cambiado radicalmente. Mientras que el lunes habría estado frío y firme en sus respuestas, el martes parecía “peinado” (en la jerga judicial cuando va con un libreto aprendido, con escasa espontaneidad) y con la apariencia de haber tomado algún remedio psiquiátrico como clonazepam u otro similar.
De todos modos, la querella se mostró tranquila porque tienen de su lado peritos de parte muy reconocidos y con enorme experiencia que evaluaron que la táctica de la defensa no dio resultado, hasta el momento.
Durante las pericias, el joven es sometido a interrogatorios que versan sobre su vida laboral, familiar, social, y hasta sobre el hecho criminal que se le imputa.

Rastros genéticos
El viernes 16 de junio, cuando fue hallado el cuerpo enterrado de María Eugenia Cadamuro, se hallaron otros objetos que no le pertenecían a la mujer como una campera, una manta, cartuchos de escopeta, dos pares de guantes, entre otros objetos.
De los guantes se pudo extraer material genético sobre los que la Fiscalía dispondría cotejar con algunos de los cinco sospechosos que tiene la causa, aunque valga distinguir que sobre tres de esos sospechosos pesa la duda respecto de si tuvieron algún tipo de participación o bien en el homicidio o bien en el ocultamiento posterior del cadáver. De los sospechosos restantes, hay certeza de que no estuvieron en la zona durante la noche en que habría sucedido todo.
El fiscal podrá ordenar a esos tres sospechosos que aporten saliva de la que se extraerá el perfil de ADN para cotejarlo con el material genético hallado en los guantes.
La causa, después de esos cotejos, podría tener un imputado más o varios, en tanto y en cuanto coincidan los perfiles. Crece en la Fiscalía de Instrucción la certeza de que el hecho aberrante no pudo ser cometido en soledad y la participación de terceros cobra cada vez más fuerza. Los avances judiciales dirán si se comprueba esta hipótesis.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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