Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
El Cabo primero de Gendarmería Nacional nunca imaginó que la vida iba a llenarlo de sorpresas, algunas buenas otras no tanto. Desde aquel accidente en 2015 que le costaría las dos piernas, sus proyectos cambiaron de manera radical. El apoyo de su familia y amigos permitió que las circunstancias no impidieran que continúe disfrutando de las pequeñas cosas que se presentaban en su camino.
Hoy, a dos años de ese momento, Ariel está viajando a Europa junto al seleccionado nacional de canotaje adaptado. El martes por la mañana arribó a Buenos Aires junto a su esposa Viviana para reunirse previamente con la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, y el Director Nacional de Gendarmería, comandante General Gerardo Otero.

El ENARD (Ente Nacional de Alto Rendimiento Deportivo) lanzó diversas convocatorias para ocupar las cuatro plazas disponibles. El selectivo se concretó en la ciudad bonaerense de Tigre, con la participación de ocho atletas pero sólo los mejores tiempos pudieron asegurarse el lugar.
El 24 de junio pasado Atamañuk finalizó la carrera en 52 segundos en la categoría KL2 en 200 metros, convirtiéndose en el único cordobés que integra el seleccionado. Según el itinerario de viaje, los palistas llegarán al lugar varios días antes para realizar la adaptación y el entrenamiento.
Según les adelantaron, el clima en República Checa es diferente ya que en el hemisferio norte está transcurriendo el verano por lo que las altas temperaturas es un factor que deben afrontar así como la escasez de viento puede sumar beneficios.
Los atletas son dirigidos por Alejandro Druziuk quien lleva más de siete años en la disciplina. Dentro del canotaje adaptado hay tres clases según las partes del cuerpo que empleen para el ejercicio: A (movimientos de sus brazos), TA (tronco y brazos) y LTA (piernas, tronco y brazos). El kayak debe ser modificado, respondiendo a las capacidades de cada participante.
A puro esfuerzo

Luego de que Viviana planteara al profesor la inquietud de su esposo, el gendarme subió a la embarcación y recorrió la piscina olímpica. En ese momento se contactó con Oscar Quiroga, profesor y entrenador de la Escuela de Canotaje Córdoba que funciona en Villa Carlos Paz.
Esta actividad complementó el trabajo que venía llevando adelante para recuperar su estado físico y manejarse de la manera más independiente posible. A la rehabilitación se sumó la bicicleta con estructura adaptada con la que Ariel se movilizaba todas las tardes por las calles de Jesús María.
A mediados de este año, recibió las nuevas prótesis que coronan el proceso de recuperación que ya le posibilitó dar grandes pasos. Con la llegada del canotaje el entrenamiento se intensificó debido a que además de las prácticas en el Lago San Roque los fines de semana, Ariel se ejercita en el gimnasio que posee Gendarmería Nacional.

Teniendo en cuenta que practica la disciplina hace unos meses, su desempeño impresiona, tanto que logró la clasificación al mundial de República Checa: “jamás me imaginé que en tan poco tiempo iba a estar en un mundial”. La próxima meta es mejorar los tiempos e ir pensando en los Juegos Paraolímpicos, su máximo sueño por el cual está dispuesto a dar todo de sí por lograrlo.
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