Fuente: La Voz del Interior
Tras las inundaciones de 2015, la ejecución de obras dentro de campos particulares -que permitan demorar el caudal y la velocidad con la que el agua baja a la cuenca de los ríos- surgieron como una prioridad, pero recién ahora se cristalizará en un proyecto de magnitud. Entre 12 y 16 productores intervendrán con terrazas de nivel una superficie de alrededor de 12 mil hectáreas en un plazo de cuatro años.
La resolución fue tomada por el consorcio de conservación de agua y suelo de Jesús María que comenzó a trabajar sobre estas problemáticas en 2008. Recientemente, recibieron maquinaria del Ministerio de Agricultura de Córdoba que les permitió iniciar las tareas casi de inmediato. Omar Candela, presidente del consorcio, hizo una valoración sobre el proyecto: “Vimos la necesidad de que los productores trabajemos tranqueras para adentro para frenar el agua y que no corra con tanta cantidad ni tanta rapidez porque nos lava y erosiona el suelo”

Un dato no menos es que, con excepción de las palas “terraceadoras” que entregó el gobierno, el resto de la financiación de la obra y de la mano de obra corre por cuenta de los productores. Y el impacto que las obras generarían durante las crecidas es de un valor incalculable. Sólo por citar algunos daños de las crecidas de 2015, vale citar que el río Jesús María derrumbó cuatro casas, dejó inestables otras siete, y generó daños en riberas, además de enormes arboledas que se llevó.
“Sufrimos mucho los procesos de crecidas e inundaciones de estos últimos años y somos los que estamos más conscientes de la problemática. Nos llevó muchas reuniones hasta que decidimos complementar las obras que el Estado venía haciendo de las tranqueras de nuestros campos para afuera”, completó Candela.
Un proyecto integral

Para el primer objetivo fue que se diseñaron los microembalses de retardo temporario de los que ya se ejecutaron alrededor de 80 en toda la zona de pie de sierra entre Juárez Celman y Cañada de Rio Pinto. Ya se pudo ver que esos pequeños mini diques demoran el agua y evitan picos de crecidas de gran magnitud en determinados puntos de la cuenca hidrográfica.
Para el segundo objetivo, se diseñaron obras de conservación de suelo y agua tanto ingenieriles (terrazas, canales, y curvas de nivel, entre otros) como agronómicas (rotaciones, forestaciones, y siembra directa). En este apartado ingresan las 12.000 hectáreas en donde se implementarán prácticas “absorbedoras” de agua de lluvia de gran eficiencia. El proyecto cuenta con el asesoramiento profesional del ingeniero agrónomo David Torre.
Además, se diseñó este proyecto con un enfoque agro-vial-hidráulico, es decir, que si se logra retener el agua en los campos se evitará el deterioro de caminos rurales y, en el corto plazo, se minimizará la ejecución de canales de evacuación de excedentes en las cuencas.
El éxito de la empresa dependerá, también, de que se respeten las divisorias de aguas para que no haya trasvasamiento de excedentes de una cuenca a otra, que no se utilicen los caminos públicos como vías de escurrimientos para evacuación de excedentes sino que se respeten las vías naturales del camino del agua y se utilicen prácticas eficientes para aprovechar y absorber el agua de lluvia donde cae.
No hay comentarios:
Publicar un comentario