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Día del Niño: ¿Y si los mejores regalos no cuestan ni un centavo?


Por: Adriana Felici (Periodista, directora sección En Familia)

¿Cómo reacciona un chico cuando se le pide que piense en un regalo no material para el Día del Niño? En esta era de tecnología y tentaciones al alcance de la mano, ¿qué puede llegar a imaginar un chico al que se le da esta consigna? En Familia planteó esta situación a los alumnos de 6º grado del Centro Educativo Vicente Agüero de Colonia Vicente Agüero, a cargo de la docente Elvira Voss. Los niños, de entre 11 y 13 años de edad, se tomaron su tiempo para reflexionar y elaborar las respuestas a una pregunta concreta: ¿Qué te gustaría recibir de regalo que no se pueda comprar con dinero? Estos son los resultados:

  • “Me gustaría que me regalen una mejor sociedad para que los niños puedan divertirse” (Daniel).
  • “Me gustaría que mi familia me regale un beso; muchos besos” (Agustín). 
  • “Para este Día del Niño me gustaría volver a ver a mi perrito que falleció” (Lourdes).
  • “Me gustaría que me regalen el cuidado del medio ambiente” (Fabri).
  • “A mí me gustaría que me regalaran tiempo con mis tíos, abuelos y primos, y volver a ver a mis abuelos y mi tío fallecidos” (Rocío).
  • “Quiero de regalo estar con mi abuela, mi tío, mi madrina y mi padrino, y pasar tiempo con ellos” (Eduardo). 
  • “Quiero un abrazo, un beso, paz para todo el mundo, que no haya pobreza, y que respeten el medio ambiente” (Luciano). 
  • “A mí me gustaría que me regalaran pasar más tiempo con mi familia; compartir ese día con la gente que amo, sin pensar en cosas como el dinero. Pero también quiero agradecer por todo lo que hacen por mí y el amor que me dan” (Sofía).
  • “Me gustaría que me regalen cariño” (Lisandro). 
  • “Quisiera que mi familia me regalaran un beso, un abrazo, cariño, un día hermoso y muchas cosquillas” (Matías).
  • “A mí me gustaría que me regalaran amor, felicidad, que cuidemos el mundo y que nos amemos todos” (Fabrizio). 
  • “Me gustaría que me regalaran amor, un abrazo, un beso y alegría” (Lucas). 
  • “Quisiera que me regalen amor y abrazos” (Braian).
  • “Yo quiero que me regalen cariño, un beso, un abrazo y feliz día del niño” (César).
  • “Me gustaría recibir un abrazo de mis amigas; un feliz día de mis papás, tíos y hermanos; amor, solidaridad, felicidad y amistad con todos los que quiero. Y deseo que los que son malos y egoístas sean buenos y amigos” (Celeste). 


El mejor regalo
La licenciada en psicopedagogía cordobesa Liliana González enumeró para Canal 8 los mejores regalos para hacerles a los niños en su día. Extractamos algunos conceptos con el objetivo es que nos sirva para reflexionar qué clase de sociedad les estamos dando.

  • “Que los encargados de las políticas sociales vuelvan a asegurar a los chicos la vereda, la plaza. Que la seguridad sea una conquista para que puedan recuperar el juego con otros chicos al aire libre”. 
  • “Que las políticas educativas les acerquen una escuela distinta; una escuela atractiva, actualizada donde sean investigadores, protagonistas; donde se siga encendiendo el deseo de leer. Una escuela que genere esfuerzo y creatividad”. 
  • “A los políticos encargados de salud y especialmente de salud mental les pediría que frenemos la patologización y medicalización de la infancia. Cada vez inventan más enfermedades sobre la infancia. En lugar de pensar que el contexto los enferma se piensa que el niño es el enfermo. Antes se decía que un niño tenía «hormigas en la cola»; ahora se dice que es un niño hiperactivo. Se decía «pasa una mosca y se distrae»; ahora tiene el síndrome de atención dispersa. Y hasta está el trastorno oposicionista desafiante. Significa que los chicos son caprichosos; que no hacen caso. Esos son los chicos de toda la vida –enfatizó González y puntualizó: No hacen falta estas etiquetas diagnósticas y mucho menos que los laboratorios inventen un remedio para que los chicos se queden quietos en la escuela, para que duerman de noche, para que coman mejor y para que no digan nunca que no. Esa infancia no la quiero ver”. 
  • “Devolverles el tiempo gozoso. Hacerles sentir «te hice venir al mundo porque te quiero y tengo tiempo para vos…». Media hora, una hora, pero tiempo para vos; sin conectarme con ninguna otra cosa. Tiempo para mirarte, para ver cómo estás, para ver quiénes son tus amigos, cuáles son tus sueños. Escucho padres que dicen qué violento está mi hijo,  y ellos son violentos. O no sé de donde salió discriminador, y ellos discriminan… Los chicos no están enfermos; es la sociedad que está bastante enferma y los chicos nos miran y copian. Que recuperen la infancia depende de nosotros”, concluyó. 

Reflexionando
¿Qué necesita un niño para crecer feliz? No tantos juguetes: basta que tengan uno nuevo para que pidan otro. Lo que necesitan es que les demostremos nuestro amor, que les enseñemos cuáles son los límites y que les dediquemos tiempo. No mucho más. Síndrome del niño híper-regalado” se llama a la tendencia de compensar con regalos el poco tiempo que se pasa con los hijos. La abundancia de juguetes produce sobre- estimulación, aburrimiento, apatía y baja tolerancia a la frustración. ¿Qué estamos haciendo? Nos divorciamos y los ponemos de rehenes. Los llenamos de actividades extra escolares porque no tenemos tiempo para estar en casa. Les compramos todo lo que piden para llenarles un vacío que deberíamos satisfacer de otro modo.
Cuando nace un niño, deberíamos colgarle este cartelito: “Tratar con cuidado: contiene sueños”. No se los arrebatemos; más bien tratemos de volar junto a ellos.  
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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