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¿Qué es el derecho a tener un parto respetado?

Por: Adriana Felici (Periodista - Directora sección En Familia)

El término "parto respetado" o "parto humanizado" implica que la mamá y su bebé sean protagonistas y que el nacimiento se desarrolle de la manera más natural posible. Algunos derechos de la madre establecidos por la Ley 25.999:

  • Derecho a ser informada sobre las intervenciones médicas que pueden ocurrir durante parto y postparto. 
  • A que se le facilite participar como protagonista de su propio parto.
  • A un parto respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando prácticas invasivas y suministro de medicación injustificados.
  • A elegir quién la acompañe durante el trabajo de parto, parto y posparto.
  • A tener a su lado a su hijo/a durante la permanencia en el establecimiento, siempre que no requiera cuidados especiales.
  • A ser informada sobre los beneficios de la lactancia materna, recibir asesoramiento para amamantar y sobre los cuidados de sí misma y del bebé.

Algunas prácticas que trata de evitar o reducir el parto humanizado: administración de oxitocina (goteo) para inducir o acelerar el parto, anestesia epidural, episiotomía y cesáreas: la OMS sugiere un 15% y Argentina supera esta cifra por amplísimo margen.

La “hora de oro” o “sagrada”
La humanización del parto implica también respetar los 60 minutos que siguen al nacimiento, llamados la “hora de oro” o “sagrada”. Consiste en postergar las maniobras de rutina que se le hacen al bebé sano (higiene, vitaminas, mediciones, etc.) para ponerlo inmediatamente sobre el pecho de su madre. Beneficios de ese inmediato contacto piel a piel:

  • Se estabiliza la respiración y oxigenación del recién nacido. 
  • Se mantienen sus niveles de glucemia. 
  • Se estabiliza su presión arterial. 
  • Merman las hormonas del estrés. 
  • Disminuye el llanto. 
  • Se evita la hipotermia. 
  • Se promueve el inicio precoz de la lactancia. 

Sintetizando, se considera que si el parto no tuvo complicaciones, los procedimientos rutinarios pueden esperar. También se insiste en posponer el pinzamiento del cordón umbilical hasta que deje de latir.

Cambios
La atención del parto atravesó profundas transformaciones en la primera mitad del siglo XX. La más relevante fue el tránsito de parir en casa a hacerlo en una institución. Hoy se insta a que el nacimiento sea lo más parecido al que se hacía en casa -con menos intervención médica y menos procedimientos quirúrgicos- e incluso hay quienes eligen volver a la vieja costumbre de parir en su hogar.
Maja Correa Pousa es una doula; mujer que se pone al servicio de otra que va a parir, acompañándola durante el embarazo, trabajo de parto, parto y puerperio (o alguno de estos momentos) enfocándose en su aspecto emocional, bienestar y necesidades. “A lo largo de la historia las mujeres acudieron a una comadrona (partera) y generalmente también había mujeres cercanas que la apoyaban, y después del parto se ocupaban de las cuestiones domésticas, para que la mamá pudiera recuperarse y atender a su bebé”, explica.
La figura de la doula busca entonces retomar el rol de esas mujeres que quedó perdido con la institucionalización de los partos. “Contamos con una formación desde una mirada integral del embarazo”, apunta, y añade: “Me formé con la mirada sobre el parto respetado y lo más natural posible. Acompañé partos en casa y tuve la experiencia de ver un parto no intervenido, con partera, obstetra y doula”.
La mamá necesita que se respete su proceso: “El  nacimiento de un hijo es una gran crisis: la mujer está en un estado de muchísima vulnerabilidad”, puntualiza Maja, que parió a sus dos hijas en su casa acompañada por una doula y una partera: “Es fundamental que las mujeres entendamos nuestros derechos: poder movernos con libertad, que haya intimidad, sin luces fuertes ni ruidos, que podamos estar acompañadas, que el parto tenga sus tiempos, con un control silencioso y respetuoso. En un parto natural -agrega- el médico interviene lo justo y necesario. Y la hora sagrada, la lactancia y un puerperio saludables, vienen de la mano de todo este proceso”, asevera.
Para terminar es importante consignar que recientemente se concretó en Buenos Aires el primer juicio por violencia obstétrica del país. Agustina Petrella, luego de su segundo parto, demandó por "violencia obstétrica" a la neonatóloga, al obstetra, a la prepaga y a la clínica en la que nació su hija.

Espacio municipal para embarazadas
La Municipalidad de Colonia Caroya, desde el área de la Universidad Popular, implementó un taller de preparación integral para la maternidad a través del sistema Biodanza. Está a cargo de la psicóloga Gimena Bordas  y de la doula Maja Correa Pousa. “Conversamos sobre cómo se sienten, cómo viven el proceso, vamos mechando información, y con la biodanza bajamos al cuerpo esa información para vivenciarla internamente”, explica la doula. El espacio se desarrolla los jueves de 17:00 a 18:45 en La Casa de la Historia, Calle 9 esq. 48. El costo es de $ 150 por mes. Llamar al 461187 ó ir directamente a la clase.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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