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Concurso de cortometrajes: al rescate de la memoria

Dos bibliotecas locales apostaron este año por la producción audiovisual.

Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)

Desde hace tiempo Liliana Lóndero, encargada de la Biblioteca Filomena Rossi, planificaba una actividad que retratara los relatos y personajes de la ciudad. Este año esa idea se concretó y se lanzó el primer concurso de cortos, con el nombre de “Colonia Caroya, historias de ayer y hoy”.
La organización estuvo a cargo no sólo del espacio que funciona en la Casa de la Cultura sino también de la Biblioteca Pedagógica provincial que funciona en las instalaciones del Club Agraria Colón.  
Las reglas establecían una duración máxima de cinco minutos dejando total libertad a los participantes en cuanto a géneros se refiere. Los participantes podían optar por dos categorías, estudiantes (alumnos de escuelas primarias) y libres (mayores de 13 años) así como presentar sus trabajos de manera grupal o individual. 
El jueves 6 de julio, en Casa de la Historia y la Cultura del Bicentenario, se proyectaron los cortometrajes que participaron. Los organizadores afirmaron que esperaban mayor participación pero quedaron satisfechos con la calidad de los trabajos que recibieron.  
Si bien en las bases y condiciones del concurso estaba previsto la entrega de premios a los tres primeros puestos de cada categoría, se optó por la dar presentes a los participantes al no poder competir entre ellos. 
La iniciativa se volverá a repetir el año próximo con la intención de llegar a todas las escuelas de la zona, tanto primarias y secundarias, para que sean ellas las protagonistas de las producciones. Seguir apostando a la participación es una de las metas a cumplir.

Tres historias, tres miradas  
Las propuestas que se exhibieron apostaron por temáticas variadas pero haciendo hincapié en fragmentos de la cultura caroyense conocido por sólo unos pocos. Una familia friulana ayudando a los demás, una obra de teatro escolar y el esfuerzo de la Biblioteca Popular La Bicicleta por recuperar un diario de época. 
El primer corto fue presentado por la escuela Mariano Moreno de Puesto Viejo con motivo del festejo de los 125 años del centro educativo. Allí se recopilaron las imágenes de la obra de teatro que realizaron alumnos y ex alumnos el año pasado, dentro de las actividades por la celebración.
Clara Clamajo, directora del centro educativo, explicó al público cómo fue el proceso de creación ya que se dio dentro de la investigación que llevaron adelante los más chicos, en la búsqueda de recopilar la cultura de los primeros habitantes de la ciudad.
En la representación actuaron estudiantes de sexto grado junto a adultos que pasaron por esas aulas. En tono de comedia plantearon uno de los dilemas que debieron enfrentar las familias recién llegadas de Italia: el idioma. 
Sobre el escenario se narraban las dificultades que tenían los pequeños a la hora de comunicarse con los maestros y sus compañeros. El problema fue de tal magnitud que las autoridades escolares decidieron prohibir la lengua friulana dentro de la institución. Luego de la proyección de la filmación, dos hermanos que estuvieron en la obra de teatro contaron en primera persona cómo transitaron aquellas épocas de la escuela. 
Por otro lado, Santiago Lauret retomó una de sus pasiones y rescató la historia de “El Cooperativista”. “Necesidad real” es un documental con algunas características del género ficcional ya que son los personajes quienes narran los hechos. 
La publicación pertenecía a la cooperativa de Bodega La Caroyense que empleaba ese medio para difundir sus actividades a la comunidad. Santiago Carlos Rizzi fue el encargado de llevar adelante el periódico por lo que el corto es también un homenaje a su trabajo.
Voluntarios de la biblioteca popular están realizando la digitalización de los ediciones que datan de la década del 40’. En sus páginas están plasmadas noticias que son testimonios del contexto histórico-social de ese momento.   
Finalmente, Julieta Mangalavite es una joven estudiante de cine que apostó por una producción ambientada en los años 1920. El restaurante Macadam fue el escenario para retratar la cena de una familia cuyos hijos menores consultaban el porqué del sonido de niños cantando. 
“A la luz del farol” da vida al relato de un inmigrante italiano que narró las vivencias de los primeros años en Colonia Caroya: muchas noches no nada para comer por lo que los padres hacían cantar a sus niños y así transitar el hambre. 
La triste historia tiene como protagonista a la hija mayor de la familia quien decide compartir parte de las reservas del sótano con sus vecinos. Los actores lograron completar una gran adaptación que permitió conocer la difícil realidad que transitaron los colonos. 
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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