La organización mundial de la salud asegura que el bullying es todo hostigamiento sistemático que produce dolor y en contra de ese hostigamiento viene trabajando desde hace bastante tiempo el abogado Javier Miglino, referente internacional sobre la materia, a partir del trabajo que realiza con la organización Bulling sin fronteras.
Miglino estuvo en Jesús María capacitando a jóvenes que hacen la experiencia de formar parte de los Grupos de Adolescentes Promotores de Salud que impulsa el municipio local.
“El bullying hoy en Argentina está matando, literalmente. A partir de casos testigo como el de Oriana Belén Picotti (tenía 15 años y cursaba tercer año del secundario pero tomó la drástica decisión de quitarse la vida en su casa) nosotros aleccionamos a los chicos de que no lo tomen como un juego, como una tontería, como una bobada, (les decimos) que pidan ayuda, que acudan a sus padres, a los docentes y, en última instancia a Bullying sin fronteras”, comenzó diciendo Miglino.
“A los más grandes -añadió el abogado- nos agarra como a contramano esto porque estábamos acostumbrado a que era algo que empezaba y terminaba en la escuela y que no generaba daño. Lo que hubo siempre fue una forma de maltrato o de hostigamiento, pero que nunca dejaba huellas profundas. Ahora, sí. Hablamos de una situación que no se puede resolver sin ayuda”.Durante una de las charlas que brindó Miglino en Jesús María, los propios jóvenes de nuestra zona comenzaron a relatar diferentes escenas concretas de bullying, entre las que se resaltó la intervención de un alumno en una escena de hostigamiento físico contra otro compañero, gesto que fue reconocido y aplaudido por sus pares.
La irrupción de las redes sociales, por otra parte, agravó la situación y convirtió al ciberbullying en otro peligro: “Facebook, twitter, snapchat, instagram contribuyeron al ciberbulling que es violento, peligroso y masivo. Y le añaden el dato de que no termina cuando se sale de la escuela, no para nunca, ni de noche, pueden acosarte a las 3 de la mañana, mientras festejás tu cumpleaños o la Navidad, te siguen molestando, se meten en tu habitación que es lo que señalan los chicos acosados”.
Para Miglino, el bullying no es fruto del odio sino que se trata de “acosadores” que piden a gritos un freno.
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