El área de Juventud Municipal de Jesús María en forma conjunta con Idear, un espacio abierto de vecinos que trabajan pensando en el largo plazo, le dieron forma a la primera iniciativa para medir la huella de carbono en la ciudad y aprovecharon la fiesta de la primavera para concretar esa meta. La intención fue que resulte puntapié para todos los eventos que tiene la ciudad a lo largo del año.
¿Por qué la huella de carbono y no otras metodologías de medición? Porque la huella de carbono está relacionada directamente con el cambio climático que se considera el primer factor que contribuye al deterioro ambiental del planeta. Y, concretamente, durante la fiesta de la primavera de este año se midieron las tres variables que más inciden en el cambio climático: el consumo energético, el consumo de combustible para el traslado de los participantes, y la generación de residuos.
El relevamiento de los datos y el procesamiento estuvo a cargo de la consultora Eikos que también estuvo a cargo de la medición de la huella de carbono en la reciente Fiesta de la Cerveza de Villa General Belgrano. Se hicieron 250 encuestas entre los 1500 asistentes que tuvo la fiesta y se recabaron los datos que permitieron procesar el impacto ambiental que tuvo.
En concreto, el impacto que generó la fiesta de la primavera de este año debiera ser compensado con la plantación de 42 algarrobos. Se eligió el algarrobo, precisamente, porque es un árbol que va muy bien con el clima y suelo de la zona y porque tiene excelentes propiedades para captar dióxido de carbono. “De a poco queremos ir impulsando el hábito de la plantación como una de las tantas formas de contribuir a la lucha contra el cambio climático”, añadió Gatica.
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