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Vergüenza autóctona y profunda

El nivel de degradación que viene demostrando la corporación política no reconoce límites ni antecedentes. ¿Es legítimo sentir vergüenza por ellos?

El legado cultural que dejó el menemismo es que la corrupción no paga y el corrupto puede exhibir el fruto de sus iniquidades en revistas del corazón. El delarruismo dejó como legado que la transparencia es algo que se declama, pero no se practica y que las leyes que se necesitan se aprueban con coimas a senadores y diputados.
Quizás estemos demasiado cerca para caratular cuál fue el legado del kirchnerismo, pero seguramente hablará del capitalismo de amigos, del sobreprecio en la obra pública, y del abuso de poder, entre otras cosas.
Que la expresidenta sea indagada por presunta comisión de delitos y que el actual presidente esté imputado por haber omitido información sobre su participación en empresas “fantasmas” que operan en paraísos fiscales, es motivo suficiente para que cualquier hijo de vecino sienta vergüenza propia, autóctona, profunda, y visceral.
Porque esos dos presidentes no salieron de un repollo sino de la elección consciente en un cuarto oscuro de una mayoría de ciudadanos.
Es claro que un funcionario investigado, procesado, imputado no es lo mismo que condenado ni es lo mismo que sentenciado a cumplir una pena X. Pero el hecho de que participe de una investigación judicial es suficiente para que siga resquebrajando el delicado hilo que une la credibilidad de la clase política con la ciudadanía. Cada vez hay menos confianza en la clase política y en los dirigentes y funcionarios. Que sean investigados judicialmente no hace más que socavar esa mínima confianza.
Ojalá que la Justicia pueda esclarecer, cuanto antes, si las dos máximas autoridades del país -la anterior presidenta y el actual presidente- cometieron algún tipo de delito. Que no tengan que pasar décadas para saber qué pasó. Y que, en el caso que resulten culpables, reciban todo el peso de la ley como castigo. Para poder recuperar la confianza y perder la vergüenza.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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