Cada periódico tiene su propio Manual de Estilo, es decir, su sello, sus declaraciones de principios, sus reglas sobre cómo abordar la información. La mayoría lo tiene escrito y lo distribuye entre sus periodistas.
Primer Día no lo tiene escrito todavía porque su Manual de Estilo es producto de una construcción de siete años. Era necesario hacer coincidir la tarea con la idea sobre cómo era esa tarea que había que desempeñar. Como todo medio nuevo, buscaba su lugarcito en la comunidad, en medio de una cantidad importante de otros medios locales con los que había que disputar lectores y audiencias. 7 años después y 300 ediciones después nos queda la satisfacción de poder decir: “Dimos nuestro mejor esfuerzo y la gente nos recompensó leyéndonos”. Es la satisfacción del deber hecho.
Nos hemos ocupado de todo el abanico posible de temas periodísticos, pero descartando aquellos que no tienen buenas fuentes ni producen nada positivo. Hemos evitado ser amarillistas, tremendistas, de adjetivar demasiado, de opinar en primera persona (salvo en las editoriales), y hemos abierto el juego a cuanto vecino quiso exponer su punto de vista en nuestras páginas.
En más de una oportunidad, hemos tenido que dar derecho a réplica, o rectificar información, porque en esta tarea a veces el apuro nos lleva a quedarnos con una sola fuente sin contrastar todo lo que nos dicen.
Y ojalá que ustedes quieran, estimadísimos lectores, que nos quedemos 300 ediciones más y siete años más también.
Porque nos encanta hacer Primer Día, nos encanta sorprenderlos con temas, con encanta despuntar el buen hábito de escribir historias, nos encanta haber propuesto una agenda nueva en el temario local donde el ambiente, el patrimonio, la inclusión, las gestas solidarias, la accesibilidad, la lucha contra la violencia de género tengan un lugar destacado. Para que podamos reflexionar juntos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario