Ayelén Gaia, María José Correa, Ana Viñales y Ana Candussi aportaron las danzas; Tania Torres, Jésica Benavídez y Ana Rodriguez, la música; Romina Vay, la fotografía; Erika Vay, la pintura; y Sofía Elisa Boscacci, el teatro para alegrar la mañana del martes 8 de marzo por las calles céntricas de Jesús María. Y también andaban por allí Marita Freytes y Celeste Gordillo.
compartiendo un poquito de Literatura y diciendo ¡presente! en una ocasión tan especial: la celebración internacional del Día de la Mujer.
En la esquina del Banco de Córdoba, las cantantes hicieron una preciosa versión de Camino y Piedra de Atahualpa Yupanqui y se ganaron los generosos aplausos de los que pasaban por allí y trataban de saber de qué iba esa movida.
La oportunidad sirvió, también, para reflexionar cómo viven las mujeres el tema de la vocación artística en un ambiente donde el hombre también pareciera mantener su supremacía como género.
“En esta época es como que tiene un poco más de acceso la mujer, pero igual cuesta. Lo importante es estar firme en la decisión a ganar el lugar. Esto es lo que me ha llevado a mí a permanecer en diferentes lugares del país. Hay que ganarse el lugar. Afortunadamente, hay muchas mujeres que han marcado épocas como La Sole (Pastorutti), Teresa Parodi, o la negra (Mercedes) Sosa para mencionar algunas”, comenzó diciendo Jésica Benavídez.
En otra esquina, Sofía Boscacci invitaba a otras mujeres a recibir regalos “mágicos”: consejos, susurros, fragmentos de poemas, recomendaciones, haciendo girar una improvisada ruleta. Una sonrisa fue el pago que recibió en todos los casos y un “gracias y feliz día”.
Sobre la posición de la mujer dentro del mundo del arte, Ana Rodríguez completó: “La desaparición de mujeres, las redes de trata, el femicidio y muchos casos que no conocemos retrasan todos los esfuerzos que venimos haciendo mientras vamos para adelante. En nuestra carrera se dan pequeñas cosas que nos sirven para ratificar que amamos lo que hacemos y que nos hacen seguir apostando”.

“Cada vez más vamos tomando más espacio, más igualdad en algunas cosas, en todos los ámbitos, aunque en otras cosas todavía falta”, completó Rodríguez.
Y muchas mujeres se llevaron, durante este ataque de arte por el centro del 8 de marzo, algunos versos de Celeste Gordillo que bien valen reflejar: “Para la mujer que tiene en su vientre la verdad, la que baila con la lluvia, la que escucha y aconseja, la chamana, la crucificada, la que tiene junto a sus manos otras manos que abrigan... Para la mujer sin cadenas, la de la esquina, la que barre todo el otoño, la que no tiene dientes, para la que toca la guitarra, la que teje y desteje, la versátil, la descocida, la que lee las cartas, la que dice adiós, la enamorada, la voladora...Para todas y cada una, para mi, para la mujer que fui, soy y seré, para las libres que somos, ni una menos”.
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