
Conducir el primer vehículo solar del mundo en el mercado es posible gracias a Evovelo, una cooperativa malagueña que ha apostado por la energía neta cero y por la utilización de materiales que se regeneran con el tiempo, como los derivados de madera y plantas, para la fabricación de Mö.
Su nombre responde a un ‘automóvil’ biplaza, pensado principalmente para los entornos urbanos, que alcanza una velocidad máxima de 50 kilómetros por hora en un rango de 50 ó 90 kilómetros y puede ser adquirido por 4.500 euros sin incluir el correspondiente IVA.

Su movimiento se produce principalmente por las placas solares integradas en el techo, que cargan la batería durante su funcionamiento o cuando el vehículo permanece estacionado y, en ausencia de luz, puede ser conectado a un enchufe convencional o la batería puede ser extraída para rellenarla en cualquier otro lugar.
Según este ingeniero industrial, la contaminación del vehículo habitual no proviene de su utilización, sino “de los materiales y procesos empleados en su construcción” y, en el caso de Mö, “está construido en un 70 u 80 por ciento con materiales sostenibles que se regeneran con el transcurso del tiempo”.
Energía neta cero

Mö, debido a su carrocería curvada, incorpora unas placas solares flexibles como resultado de nuevos métodos de fabricación que han permitido su arqueo y “una alta eficiencia”, además de baterías de litio de última generación y motores trifásicos sin escobillas.
“Está pensado para cualquier persona y va a ser homologado como vehículo eléctrico ligero por lo que no requiere de permiso de circulación y no pagará impuestos, ni será necesario la adquisición del tradicional seguro”, apunta Chomón.
Evovelo lanzará próximamente nuevas líneas, unas más tecnológicas que otras, y permitirá su personalización para el transporte de animales, para su uso como vehículo de reparto, como taxis en ciudades parisinas o para dar cabida a un único ocupante.
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