Sin dudas que la última semana ha sido la más sofocante de este verano. Con sensaciones térmicas que acariciaron una y otra vez los 40° el buscar recursos para zafar del calor ha sido una constante de los últimos días. Una pileta, una escapada al río o varias duchas diarias fueron algunas alternativas. Otros apelaron directamente a la tecnología de avanzada, con el aire acondicionado a la cabeza. El impacto energético se hizo notar y un masivo corte de luz dejó testimonio de esto. Para dimensionar el uso de estos equipos vale un ejemplo: un negocio de electrodomésticos de la zona llegó a vender unos 30 ‘aires’ en un día.
Colapso
Más allá de alguna falla ocasional, el servicio eléctrico en la zona venía con una buena perfomance de verano. El miércoles por la noche dijo ‘basta’. Por más de una hora toda la región se quedó a oscuras. Desde la Cooperativa de Servicios Públicos comunicaron rápidamente que la falla correspondía un problema de EPEC. La empresa provincial informó luego que el colapso se debió a un desperfecto en la estación transformadora de Jesús María debido al alto consumo energético.
Como suele ocurrir, con la postal de la oscuridad se toma dimensión del uso (y muchas veces abuso) de variados equipos eléctricos. Sacando la base cotidiana del hogar (luz y heladera) son muchos los equipos eléctricos que estando sin uso y permanecen en modo de consumo permanente. Televisores prendidos o computadoras encendidas de forma constante pese a no estar siendo utilizadas, en días donde el uso masivo de equipos de aire amplía la base de demanda eléctrica pone en jaque cualquier sistema.
Al ritmo del calor
Los locales de electrodomésticos de la zona son testigos del uso de ‘aires’ en forma extendida. Por ejemplo en Cetrogar, el gerente Leonardo Piñeiro explica que “esta última semana hubo mucha salida de equipos”. “Normalmente se venden tres o cuatro por día, pero con estos calores extremos se llegaron a vender treinta”. “La gente tiene mucho calor y sale automáticamente a comprar el aire.”
Uso eficiente. Respecto a los recaudos en el uso energético que implican estos equipos, Melián sostiene que “se hacen todas las recomendaciones, como poner el aire en 25° o comprar un aparato acorde al ambiente en el que se lo va a usar”. Pero, la realidad es que “mucha gente lo pone en 20° o compra un equipo más barato y chico para grandes ambientes, que terminan estando prendidos todo el día, con un gran consumo”. “Hay que explicar que un equipo de consumo A, con gas ecológico reduce el uso energético, y más aún los AA. Claro, son más caros, pero eso se amortiza en gasto de electricidad y a veces no se lo tiene en cuenta”, agrega Aguirre. Por su parte, Piñeiro indica que con algunas cuestiones básicas se puede mermar el consumo eléctrico. “Es muy importante seguir las recomendaciones de ponerlo en 24°, y mantener todo cerrado para hacerlo trabajar menos tiempo.”
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