Si hay un punto ineludible en la agenda del turista que visita la zona durante el verano es el Museo Jesuítico de Jesús María. A fin de renovar las expectativas del público, desde la coordinación proponen una interesante serie de actividades y opciones para disfrutar de uno de los puntos históricos más ricos de la provincia. A las tradicionales visitas, se suma el enfoque sobre el rol del esclavo dentro de la orden –trabajo de investigación intensificado en los últimos años—, y durante lo que resta de enero y febrero se podrá apreciar una muestra pictórica con fuerte impronta campera de la artista Graciela Candiotto.
Baguales
“Pasión, valor, belleza, furia, amor. Poseen la fuerza de mil mares, la hermosura de mil lirios, la humildad de los niños. Cuando galopa la tierra se desmenuza tras el golpe de sus cascos, las hierbas altas se inclinan tras su majestuoso paso.” Esa introducción puede leerse al ingresar a la sala para así adentrarse en la temática. “Su salto es la envidia de los ángeles, vuela sin alas con elegancia y precisión, y son las alas de los que cabalgan en ellos. Representan el amor y la libertad, animales de ensueño, obras de arte, perfección en estado puro, son eso y mucho más: los caballos”, cierra el texto que presenta los trabajo de Candiotto, artista oriunda de Oncativo.
Huella esclava
En una interesante apuesta, desde hace varios años el equipo de investigación del museo recupera la historia de esos actores clave en la vida de la estancia, con ascendencia afro que cumplieron con buena parte de los quehaceres cotidianos de este lugar. “Todo el tiempo vamos incorporando lo que surge de las nuevas investigaciones”, apunta Nelso Lenarduzzi, director del museo.
Lenarduzzi aclara que de todas formas hay flexibilidad y las visitas se adaptan a lo que el público busca. “Hay personas que vienen a ver más la arquitectura, otras muy centrados en lo religioso, y otras capaz que quieren conocer la parte social, entonces adaptamos el recorrido en función de eso.”
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