La edición del libro sobre Elisabet “Ninina” Roggio, creación colectiva de los alumnos y docentes de la escuela rural Fray Mamerto Esquiú, comenzó como un acto de revalorización sobre los pintores de nuestra zona y como el inicio de una colección de libros que se llama la escuela rural y el arte.
De hecho, para poder hacer el libro, los 14 alumnos de la escuela Lucía, Alexis, Tiziana, Magalí, Rodolfo, Uriel, Brisa, Brenda, Melani, Maximiliano, Clarisa, Tobías, Mauricio, Sara, y Carmen, coordinados por la directora Guillermina Romanutti, tuvieron que entrevistar amigos, familiares y a la propia Ninina para poder extraer el material de que compone el libro.
Y toda esa recopilación la hicieron en el más absoluto secreto, porque no querían que Ninina supiera que inauguraban la serie con un libro en su homenaje. De hecho, el día en que Ninina fue al colegio los alumnos estuvieron especialmente mudos. Es que ninguno quería cometer el error de descubrir el secreto.
Allí, apareció el primer gesto de esta cadena de favores. El dueño de la imprenta Silem, David Strasorier decidió imprimirles 300 ejemplares y cobrarles solamente el costo de la impresión (los materiales). Vendiendo 145 ejemplares, se salva ese costo y la venta de los 155 ejemplares restantes son los que brindarán una ganancia superior a los 25 mil pesos que la escuelita rural decidió compartir con el Instituto Especial Niño Jesús, después de analizar la cantidad de cosas que se pueden hacer con ese dinero.
De hecho, los que estén interesados en conocer la obra de Ninina Roggio y, paralelamente, ayudar a esta cruzada solidaria pueden reservar su ejemplar llamando o por whatsapp al 3525 477904.
“Nos parece muy loable esto de compartir, de esta cadena de favores, de esto que se tiene que replicar. De nada sirve un proyecto trabajado para uno, o puertas adentro, encerrados. Por eso, nos sentimos felices por lo que generó, porque comenzó a abrir puertas, y porque nos han ido invitando a que contemos la experiencia en muchos lugares”, explicó la directora Romanutti.
Y de paso, sirve para realzar el rol del arte en la comunidad como bien señaló Romanutti: “Me parece que hay que revalorizar el arte. Tenemos muy buenos artistas, muy buenos creadores, de los que desconocemos un montón de cosas”. Un rescate de valores e historias profundas que sirven de ejemplo.
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