Algunas ciudades de la costa este de Estados Unidos sienten el impacto del aumento del nivel del nivel de mar.
Boston es una de estas ciudades y, para enfrentar el problema, arquitectos y planificadores están pensando en una solución radical: copiar el modelo de Venecia y Ámsterdam y transformar a Boston en una ciudad de canales.
Dos años atrás, cuando la cola del huracán Sandy azotó la ciudad, las calles se salvaron de sucumbir a las inundaciones por una cuestión de suerte más que de planeamiento.
Si el huracán hubiese golpeado la ciudad cuatro horas antes durante la marea alta de luna llena, muy probablemente las áreas bajas de la ciudad hubiesen quedado sepultadas bajo metros de agua.
Esto puso a pensar a los expertos porque, además, hay otro problema que amenaza con destruir las defensas contra las inundaciones de Boston: según expertos del clima, se espera que el nivel del mar aumente en la costa este del país hasta dos metros hacia fines de siglo.
A esto se suma que, en las últimas décadas, han aumentado las lluvias y las nevadas, sin contar que toda la costa este de EE.UU. se está hundiendo a medida que se eleva la costa oeste alrededor de la falla de San Andrés.
Por esta razón, arquitectos y planificadores están contemplando la posibilidad de transformar el distrito histórico -las elegantes casas del siglo XIX de Back Bay- en una red de canales.
“Gran parte del modelo ha tenido que ver con cómo mantenemos el agua alejada. Todo el mundo le teme al agua“, dice Dennis Carlberg, director de sostenibilidad de la Universidad de Boston y codirector del comité que se encarga de los problemas planteados por el aumento del nivel del mar.
“Lo que quisimos fue darle un giro a la conversación y plantearnos: ¿y si dejamos que el agua entre? ¿Cómo podemos mejorar la vida en Boston dejando entrar al agua?”, añade.
Lluvia de ideas

“No podemos pensar en construir una represa gigante en el puerto de Boston para resolver todos nuestros problemas”, dice el director de Medio Ambiente, Energía y Espacios Abiertos de Boston, Brian Swett.
“La manera en que resolvemos esto tiene que ser interesante, vibrante y realzar nuestra calidad de vida”.
Una de las soluciones que se planteó en la reunión fue la de transformar a Boston en la Venecia del noreste estadounidense.
Los canales atravesarían las calles de Back Bay, un barrio de Boston que era en realidad una bahía hasta que comenzó a rellenarse y a construirse en ella hace 150 años.
Sus hileras de casas de piedra de cuatro o cinco pisos fueron inmortalizadas en los relatos de Henry James y están consideradas uno de los mejores ejemplos preservados de diseño urbano del siglo XIX en EE.UU.
El distrito es también uno de los sitios más caros para vivir en Nueva Inglaterra: una casa de cinco pisos se vende por entre US$ 15 millones y US$ 20 millones.
La solución de los canales para mitigar el aumento del mar es una respuesta al cambio climático que tiene el potencial de transformar al distrito histórico en un sitio aún más atractivo.
Pero, existe un problema. “Si comparas Boston con Venecia o Ámsterdam, la diferencia es que esos lugares tienen un rango de mareas mucho menos amplio”, explica Macomber.
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