Poesía hecha y derecha, poderosas imágenes, notable conjunción de palabras, emotividad, vivencias, y reflejos de 15 almas inquietas pueden encontrarse en la última publicación del Instituto Especial Niño Jesús y que lleva por nombre En la mañana de los pájaros.
Se trata de un proyecto que viene llevando adelante el área de Lengua desde 2012, oportunidad en que se publicó el libro de cuentos Lazos del pensamiento y en donde los alumnos de nivel medio del colegio demostraron que no hay límites para hacer volar la imaginación.
Pero volvamos a la reciente publicación que ya mereció una declaración de interés general y cultural por parte de la Legislatura de Córdoba y que se apresta a participar del programa Buenas prácticas del Ministerio de Educación. Si atravesara las cinco instancias de evaluación, la experiencia podría formar parte de un cuadernillo de prácticas pedagógicas que se distribuye en escuelas de todo el país, una meta que parecía impensable para la institución hace algunos años atrás.
“Tengo la impresión de que este trabajo jerarquiza, desde ellos y sus propias familias, la palabra y la comunicación, además de notar cómo ellos se comprometieron en el trabajo en equipo”, señaló la directora de la institución, Alicia Cadamuro.
Y añadió: “Fernanda (por Regueiro, la docente que coordina el proyecto) es respetuosa de los tiempos de ellos para que realmente este trabajo sea un reflejo de lo que ellos piensan y sienten. El resultado no es ganar un partido de fútbol o una medalla sino motivar, movilizar, algo que hoy cuesta mucho en las aulas”.

Una rosa se despoja sobre el suelo.
En el frío
se derraman los pétalos de aquel atardecer.
Sobre la noche oscura
sigue la luna
su color de llanto.
Gira el tiempo
en su perfume.
Y dicen en Ilusiones:
Una caricia de mis manos.
Rotundas golondrinas
que sopla el viento sur.
Romance con la vida
que danza en la palma.
Un secreto de nido
oculto a la distancia.
Y para despejar toda duda sobre lo genuino de estas creaciones, la docente Fernanda Regueiro explicó la metodología de trabajo: “Lo primero que dice es ‘esto lo escribió la maestra’, ‘no puede ser que lo hayan hecho los chicos’, ‘esto no lo escribieron los chicos’, pero es un trabajo genuino que está hecho por ellos en coordinación con su maestra a partir de esta técnica que se conoce como cadáver exquisito (un juego de palabras por medio del cual se crean maneras de procrear, es decir, sacar de una imagen muchas más)”.
“Lo que hago -añadió la docente- es orientar la estructura narrativa, la estructura de la metáfora e ir buscando un poco la pertinencia de lo que van escribiendo”.
Para Regueiro, la “cabeza” siempre se dispara cuando se habilita la palabra, cuando se habilita la imagen. Pero, a diferencia de un taller literario convencional en la que cada tallerista interpreta una consigna, aquí se van conformando como un solo texto las intervenciones de todos los participantes.
“Tiene que ver con los objetivos de la escuela que persigue presentar el trabajo comunitario, hallar la importancia de lo que es el valor del individuo, pero dentro de lo colectivo”, concluyó la docente.
Desde hace unos años, la energía está puesta en la valorización de la palabra escrita, una herramienta que nos permitió ver por un ratito el alma de 15 sensibles alumnos.
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