Por: Leonardo Rossi (De nuestra redacción)
“Tememos que si no se hacen las obras cuanto antes, se pueda partir la ruta”, advierte el intendente caroyense Luis Grión, acerca de los reiterados pedidos realizados ante la Provincia para que intervenga sobre el río Carnero. Con cada crecida es notable el avance sobre los laterales del curso de agua, a causa de la falta de limpieza del cauce. Algunos productores se ofrecen a realizar las tareas con tal de que el curso de agua no siga ganando terreno de sus campos.
“Es absolutamente tarde” para hacer las obras, dice sin ocultar su molestia el mandatario. Grión asegura haber pedido reiteradas reuniones con el ministro de Agua Fabián López con quien nunca se encontró. Recién un mes atrás tuvieron un encuentro con Edgar Castelló, secretario de Recursos Hídricos que prometió un inminente envío de técnicos. “Vino un geólogo recién un mes más tarde y dijeron que iban a realizar las obras. Ahora estamos esperando”, señala el intendente. Dentro del cauce del río, la Provincia tiene jurisdicción, lo que impide al Municipio realizar intervenciones sin la autorización del gobierno cordobés.
Sala de espera. El intendente repite lo que ya se advirtió desde la cartera de Ambiente municipal y se publicó en este semanario en junio pasado. El río “debe ser limpiado porque en el medio del cauce se han formado isletas” que desvían el agua hacia los bordes. “El agua pega en el engavionado sur, y puede levantar el pavimento” en las inmediaciones del puente vado de la calle Patat.
Si se tiene en cuenta los antecedentes de lluvias del año pasado, lo ocurrido en la vecina ciudad de Jesús María con el puente Centenario, y el visible impacto que ya tiene el río en los campos de la zona puede comprenderse el malestar del jefe comunal. “Podemos colaborar con las obras, pero sin autorización no se puede hacer nada. Lo único a nuestro alcance es monitorear las crecidas y cortar el puente en caso de que sea necesario.”
¿Qué esperan?. En tono desesperado el productor Gerardo Grión cuenta que “lo único” que pide es que le dejen “limpiar el cauce”. “Cada crecida que viene me come parte del campo, y por eso fui a Ambiente a ver cómo podía hacer para que me dejen abrir los cañaverales del cauce, así el agua no se va para los extremos.”
Este productor agrícola cuen-ta con 22 hectáreas ubicadas un lote hacia el sur una vez pasado el puente, a mano izquierda. Según pudo calcular, por este cuadro que presenta el río, ya perdió “media hectárea” de su propiedad.
El hombre apunta que además de afectar su producción y la de otros vecinos, también existe gran riesgo para el camino que conecta la ciudad con la ruta 9, tal como lo destaca el intendente. “Esto está cada vez peor, ¿van a esperar que se rompa la ruta?”, cuestiona a la espera de una solución que aunque tardía será bienvenida.
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