Son numerosos los proyectos a lo largo del mundo donde se combinan la obra pública con las energías renovables. En este caso se va a prestar atención a la conjunción de dos elementos: los puentes y la energía solar fotovoltaica. Poniendo especial atención en dos puntos del mundo, el primero en Londres y el segundo en Brisbane.
El puente de Blackfriars
El Network Rail ha aprovechado la remodelación del puente y la estación Blackfriars en Londres para instalar 6000 metros cuadrados de paneles fotovoltaicos, convirtiendo esta infraestructura en el mayor puente solar del mundo.
Las obras comenzaron en 2009, cuando la dueña ferroviaria británica Network Rail, decidió aprovechar las obras para convertir la estación de Blackfriars en una estación e icono de infraestructura verde sostenible, dentro de su proyecto de reducir un 25% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) y por kilómetro y pasajero para 2020. Estas obras prometen convertir a esta estación, abierta en 1885 en el puente del mismo nombre sobre el río Támesis, en uno de los centros turísticos de Londres.
La instalación cuenta con un nuevo techo solar compuesto por 4.410 paneles fotovoltaicos, fabricados por la multinacional japonesa Panasonic. Los paneles ocupan más de 6.000 metros cuadrados de superficie y su capacidad de generación conjunta alcanza los 1,058 MW. Con esta potencia se producirá alrededor de 900.000 KWh de electricidad al año, cubriendo cerca de la mitad de las necesidades energéticas de la estación de tren de Blackfriars, según Solarcentury, empresa a cargo de la instalación. Además ayudará a reducir las emisiones anuales de gases de efecto invernadero en 511 toneladas de CO2 al año.

Según afirmó Lindsay Vamplew en su momento, director del proyecto Blackfriars de Network Rail Thameslink, "El puente victoriano fue construido en la época de vapor (1.886) y ahora le estamos poniendo al día con la tecnología solar del siglo XXI , creando así una estación emblemática para la ciudad"
Este proyecto forma parte del programa Thameslink, un plan multimillonario de mejora de todo el sistema ferroviario financiado por el Departamento de Transporte de Reino Unido y cuyo lema defiende que "los pasajeros no deberían ser tratados como sardinas". Con este proyecto la estación ha doblado la capacidad de circulación de las rutas que van de norte a sur pasando por Londres. Cada hora circulan hasta 24 trenes, se atienden a más pasajeros y se ofrece un acceso directo a las principales atracciones turísticas como el Teatro The Globe y la galería de arte Tate Modern, situadas en la orilla sur del Támesis.
Este puente se va a convertir en el lugar ideal donde crear un icono, justo en el corazón de Londres. Formará parte del paisaje urbano de la ciudad y demostrará a la gente que la energía solar es un paso vital hacia el futuro de las energías limpias, según comenta Derry Newman, director ejecutivo de Solarcentury.
El puente de Kurilpa
Está diseñado para que la atraviesen unas 36.000 personas a pie o en bicicleta semanalmente, de hecho cuenta con un sistema de cubiertas para proteger a sus usuarios en días de lluvia y hasta con áreas de descanso.
Es importante mencionar que la energía eléctrica con que funciona el sistema de iluminación del puente se generará a partir de energía solar.Su originalidad radica en que incorpora un sofisticado sistema de alumbrado tipo LED que es alimentado por 84 placas fotovoltaicas, capaces de generar diariamente unos 100 KWh. Los paneles solares pueden suministrar entre el 75% y el 100% de la energía que necesita.
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