En septiembre del año pasado, la Fundación Banco de Córdoba visitó nuestra región para hacer entrega de créditos para productores de Colonia Vicente Agüero, quienes tenían intención de proteger sus producciones de frutales a través de la colocación de malla antigranizo. Los créditos habían sido gestionados por el presidente de la Comuna, Gustavo Ripeloni, y la Fundación accedió a financiar diez mil pesos más que los que venía otorgando.
Los beneficiados en esa oportunidad fueron Walter Giacoletti, Gustavo Lauret, Darío Migotti y Marcelo Serafini, y también los productores de Colonia Caroya Ariel Marcuzzi, Hugo Olivo, y Paula Caballero. Los montos de los créditos fueron de entre 50 y 60 mil pesos, los plazos a devolver 30 cuotas y con seis meses de gracia antes de pagar la primera cuota.
Antes de eso, la Comuna de Colonia Vicente Agüero había comprado malla antigranizo para cubrir 10 hectareas, a razón de una hectarea por cada productor, y también adquirió los postes para armar la estructura de unas dos hectáreas. Esa compra se realizó con un subsidio de 320 mil pesos que envió en febrero de 2013 el gobierno nacional.
Lo que restaba, entonces, era contratar una empresa para proceder a la colocación de las mallas y esa elección recayó sobre Antigranizos Argentinos S.A, una empresa con vasta experiencia en esa actividad.
Aunque vinieron a la zona a trabajar en enero, las prolongadas lluvias de principios de febrero los obligaron a abandonar la tarea durante tres semanas y, desde que volvieron no pararon de trabajar.
En el caso de Serafini con lo que logró “tapar” se asegura una producción que orilla los 24 mil kilos de duraznos. El año pasado, por ejemplo, cayó granizo una semana antes de cosechar y perdió la totalidad de lo que tenían en las plantas.
Luis Moretti, socio gerente de Antigranizos Argentinos, narró a este semanario cómo vienen trabajando: “Hace 18 años que estamos instalando malla antigranizo en distintas zonas. Hemos instalado en Mendoza, en Córdoba, Río Negro, y San Juan. Conocíamos la zona próxima porque hace algunos años hicimos un trabajo en Colonia Tirolesa”.
Actualmente, están trabajando 8 personas y llevan colocadas casi ocho hectáreas de malla antigranizo.
El rendimiento del trabajo depende en parte de las condiciones del terreno y, en parte, de las circunstancias climáticas, aunque en líneas generales les lleva un mes la colocación de dos o tres hectáreas.
Aunque parece fácil, es un trabajo minucioso y que implica muchas pequeñas tareas: “Hasta que el productor no ve la malla colocada, no ve nada y lo último que se coloca es la malla. Previo a eso hay toda una tarea que se lleva el 70 por ciento de la obra”.
Las mallas colocadas en Vicente Agüero cuentan con tratamiento antillama, cumplen con la norma ISO 9002 y con las normas EQNET (Mercado Común Europeo).
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