Cuando menos rara fue la conmemoración por los 32 años de la guerra de Malvinas el pasado miércoles en la Escuela de Suboficiales de Gendarmería Nacional Cabo Raúl Remberto Cuello. Es que los vecinos de esta región veníamos acostumbrados a que la evocación sea compartida entre los excombatientes civiles y los excombatientes militares, que ambos sean protagonistas de la fecha, porque sigue resultando dolorosa para ambas partes por igual.
Pero en esta oportunidad, el mayor protagonismo fue para los excombatientes militares y sus familiares y el único orador fue un militar, el director del instituto de formación castrense, comandante mayor Carlos César Cáceres.
Valga la aclaración de que no existe ningún reparo a que la conmemoración se haya realizado en estos términos, solamente se está señalando que fue diferente a las últimas cinco conmemoraciones.
Desde lo formal cumplió con todos los requisitos: entonación del Himno Nacional, de la Marcha de Malvinas, minuto de silencio por los caídos, presencia de los abanderados de las escuelas de nuestra zona, y una formación de gendarmes, más la banda de música de la escuela. Se entregaron plaquetas recordatorias a la Asociación Civil Veteranos de Malvinas del Norte Cordobés y a Sandra Acosta, hija del suboficial Principal Ramón Gumersindo Acosta.
Recuerdos de guerra
El director de la escuela, comandante Mayor Carlos Cáceres fue el encargado de dirigir las palabras de rigor, reproduciendo un tramo del mensaje que la máxima autoridad de Gendarmería, comandante General Enrique Zach, hizo llegar a cada una de las reparticiones de la fuerza.
Monumento a los héroes
Pese a la intensa llovizna del pasado miércoles, la mayoría de los presentes se acercó h
asta la zona de la plaza de armas de la escuela para ver el nuevo monumento que brinda homenaje a los héroes de Malvinas, y que fuera diseñado y elaborado por la promoción 54 de cabos egresados de la escuela. El mapa de las islas fue tallado en algarrobo, y también tiene los cuadros de los 7 gendarmes caídos en Malvinas tallados en cedro colorado. En la parte posterior, tiene tres dibujos alegóricos hechos íntegramente en carbón vegetal.
El testimonio de una hija
“Ya me acostumbré a los homenajes, aunque sigo sintiéndome muy orgullosa, sobre todo cuando voy a lugares donde no nos conocían y no sabía que lo tenían tan presente”. señaló la hoy mujer.
Sobre la posibilidad de volver a Malvinas donde ya estuvo en una opoertunidad señaló: “Ya cerré un ciclo con mi visita y ya está. No es un lugar para volver a visitar. Si fuese un lugar donde nos pusieran menos trabas para viajar, probablemente, pero tuve que prepararme 2 años para hacerlo. No es mi prioridad”.
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