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La evocación de Malvinas, según Gendarmería

La conmemoración 32 de la guerra tuvo como anfitriona a la Escuela de Suboficiales de Gendarmería Nacional. El director de la institución fue el único orador de la jornada.

Cuando menos rara fue la conmemoración por los 32 años de la guerra de Malvinas el pasado miércoles en la Escuela de Suboficiales de Gendarmería Nacional Cabo Raúl Remberto Cuello. Es que los vecinos de esta región veníamos acostumbrados a que la evocación sea compartida entre los excombatientes civiles y los excombatientes militares, que ambos sean protagonistas de la fecha, porque sigue resultando dolorosa para ambas partes por igual.
Pero en esta oportunidad, el mayor protagonismo fue para los excombatientes militares y sus familiares y el único orador fue un militar, el director del instituto de formación castrense, comandante mayor Carlos César Cáceres.
Valga la aclaración de que no existe ningún reparo a que la conmemoración se haya realizado en estos términos, solamente se está señalando que fue diferente a las últimas cinco conmemoraciones.
Desde lo formal cumplió con todos los requisitos: entonación del Himno Nacional, de la Marcha de Malvinas, minuto de silencio por los caídos, presencia de los abanderados de las escuelas de nuestra zona, y una formación de gendarmes, más la banda de música de la escuela. Se entregaron plaquetas recordatorias a la Asociación Civil Veteranos de Malvinas del Norte Cordobés y a Sandra Acosta, hija del suboficial Principal Ramón Gumersindo Acosta.

Recuerdos de guerra
El director de la escuela, comandante Mayor Carlos Cáceres fue el encargado de dirigir las palabras de rigor, reproduciendo un tramo del mensaje que la máxima autoridad de Gendarmería, comandante General Enrique Zach, hizo llegar a cada una de las reparticiones de la fuerza.
“El 2 de abril -comenzó diciendo Cáceres- se conmemora el Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas. Como gendarmes recordamos con verdadero orgullo el 32º aniversario de esa gesta histórica en donde el pueblo argentino se reencontró con las grandes causas que, sin tiempo ni espacio, renuevan el sentido de pertenecencia a una patria común. Nuestros gendarmes integraron la compañía de tropas especiales 601, denominado por sus integrantes escuadrón Alacrán, que nos representaron más que dignamente, dando testimonio de coraje, sacrificio, y de un alto profesionalismo. Así fue que, a pocos días de arribar el escuadrón al teatro de operaciones, un 30 de mayo precisamente, la batalla se cobrara el precio de seis vidas al ser alcanzado el helicóptero que transportaba la patrulla por el fuego enemigo. Allí, inscribían su nombre en la historia de la Nación: (Ricardo Julio) Sánchez, (Guillermo) Nasif, (Víctor Samuel) Guerrero, (Marciano) Verón, (Carlos Misael) Pereyra y Juan Carlos (Treppo). Días después, otro gendarme, el sargento ayudante Ramón Gumersindo Acosta moría heróicamente en combate. Queridos veteranos: sepan que su sacrificio no ha sido estéril, da sustento al legítimo e inclaudicable reclamo que, con las herramientas de la diplomacia, el Estado argentino viene gestionando ante la comunidad y poderes internacionales para la recuperación de las islas por la vía pacífica. A los gendarmes, camaradas de otras fuerzas, compatriotas que regresaron y comparten los recuerdos intensos del conflicto, nuestro respetuoso reconocimiento por su valor y entrega. Y a los que dejaron su vida en cumplimiento del deber en esas tierras irredentas y de aquellos que fueron llamados a ocupar un lugar al lado de nuestro Señor, nuestro más sentido homenaje y eterna gratitud, extensivo a sus familiares depositarias de la ­misma hidalguía y fortaleza. Gendarmes: esa entrega debe servirnos de ejemplo y guía en nuestro diario accionar en todos los lugares donde actuamos para sobrellevar con igual empeño, sacrificio, honestidad y compromiso, las actuales exigencias que en materia de seguridad la sociedad nos requiere”.

Monumento a los héroes
Pese a la intensa llovizna del pasado miércoles, la mayoría de los presentes se acercó h
asta la zona de la plaza de armas de la escuela para ver el nuevo monumento que brinda homenaje a los héroes de Malvinas, y que fuera diseñado y elaborado por la promoción 54 de cabos egresados de la escuela. El mapa de las islas fue tallado en algarrobo, y también tiene los cuadros de los 7 gendarmes caídos en Malvinas tallados en cedro colorado. En la parte posterior, tiene tres dibujos alegóricos hechos íntegramente en carbón vegetal.

El testimonio de una hija
Sandra Acosta tenía seis años cuando su padre, Ramón Gumersindo, dejó la vida en las islas. Siempre se ha manifestado agradecida por el reconocimiento que su padre tuvo a lo largo y ancho del país. El nombre de Sargento Principal Ramón Gumersindo Acosta está en calles, escuelas, plazas, y un montón de monumentos desde Salta hasta Tierra del Fuego.
“Ya me acostumbré a los homenajes, aunque sigo sintiéndome muy orgullosa, sobre todo cuando voy a lugares donde no nos conocían y no sabía que lo tenían tan presente”. señaló la hoy mujer.
Sobre la posibilidad de volver a Malvinas donde ya estuvo en una opoertunidad señaló: “Ya cerré un ciclo con mi visita y ya está. No es un lugar para volver a visitar. Si fuese un lugar donde nos pusieran menos trabas para viajar, probablemente, pero tuve que prepararme 2 años para hacerlo. No es mi prioridad”.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

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