Por: Leonardo Rossi (De nuestra redacción)
“Llamamos a que toda la sociedad diga ‘basta a la violencia’ y no sólo a quienes nos tocó de cerca”, explicaba Nora Álvarez, del grupo de género Mariposas, mientras se organizaba la primer marcha contra la violencia machista en Colonia Caroya. Las calles caroyenses fueron testigo de una jornada que puso en el espacio público la problemática de esas 212 mujeres que durante este año denunciaron haber sufrido agresiones, y de tantas otras que aún no se animan a dejar constancia del maltrato que padecen.
El evento se realizó el miércoles por la tarde, enmarcado en el día internacional de lucha contra la violencia de género (25 de noviembre). Antes de las 18.30, horario de la convocatoria, la plaza Nicolás Avellaneda ya vibraba con los primeros repiques de tambor. La murga puso sonido a los cánticos y consignas. Poco a poco llegaban de diversos puntos del parque los grupos familiares, mujeres con niños, gente de a pie.
Entre el colectivo que se aprestaba a marchar andaba el intendente, Luis Grión. “Más allá de las denuncias necesitamos más compromiso social, que todos los vecinos se hagan eco y por eso es que impulsamos esta marcha”, explicó el mandatario. Desde la oficina de Género municipal, Victoria Baudino enmarcó esta acción como parte del “trabajo preventivo”, ya que “además de brindar asistencia” a las víctimas es necesario “instalar el debate y la reflexión sobre todo tipo de violencia”.
Renacer como mariposas
Nora Álvarez iba de aquí para allá. Organizaba los últimos detalles antes de marchar por la avenida San Martín. Su personalidad fuerte se hacía notar. Miembro del grupo Mariposas esta mujer, un día “hizo el click” y hoy ayuda a esas víctimas que aún no se animan a denunciar la violencia. “Dije basta el día que casi me matan”, compartió con la templanza de quien ha procesado el más profundo dolor. “Pasás situaciones muy extremas, te manipulan y haberme animado a contar todo lo que me pasaba me hizo muy, muy, bien.” Lo principal, explicó, es “no volver a caer una vez que lográs salir de ese lugar”.
Si hay algo que tiene Mariposas es que justamente habla desde el dolor vivido. Y que este grupo de mujeres haga su aporte al equipo de Género municipal es clave. Valeria Rinaldi lo dice sin vueltas: “El psicólogo puede darte una visión profesional, y es muy bueno, pero nosotros lo vivimos en carne propia y eso es muy distinto”.
De esto sí se habla
Las Mariposas se encargaron de poner color a la movilización. Con carteles, pinturas en sus rostros, banderas hicieron que lo que es un reclamo contra la más oscura violencia se cargara de sonrisas de esperanza. Álvarez asegura que “está en cada una poder cerrar esa puerta del pasado y enfrentar una nueva vida” donde predomine la risa por sobre el llanto.
Poco antes de las 19 largó la marcha que corrió por avenida San Martín hasta alcanzar la altura de la Plaza de las Peras, punto final donde se asentó la actividad. Entre tanto cartel contra los violentos y tanta persona que marchaba, un grupo destacaba: las mujeres del hogar de día. Pola González (83) compartió su alegría por un evento impensado décadas atrás: “Estoy re conforme porque antes, mi hijito, de esto no se hablaba”. El testimonio, un reflejo de estos tiempos.
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