Último momento
recent

“Hace falta voluntad de los municipios para concretar el Procrear”

Familias beneficiarias del plan de vivienda nacional piden cooperación de las autoridades locales. 

“El sueño de todas y todos”, se podría (sin temor al equívoco) titular para hablar de este tema. La casa propia es un objetivo de vida y también, hay que decir, una realidad cada vez más difícil. El Gobierno nacional tras años de reclamos de diversos sectores sociales lanzó el plan Procrear (Programa de Crédito Argentino), para facilitar recursos orientados a la construcción y el acceso a la tierra, con tasas que van del 2 al 14 por ciento.
En la zona (Jesús María, Colonia Caroya y Sinsacate) son unas cincuenta familias que accedieron a este plan de forma reciente y aguardan poder concretarlo, ya que por los precios de los terrenos se ha tornado una misión compleja. Organizados en un colectivo, estos vecinos esperan “la voluntad de los municipios” para que con políticas locales acompañen este programa nacional.
En el marco del plan, los beneficiarios pueden gastar hasta 150.000 pesos (dos tercios aportados por Nación) para acceder a un terreno. “Nos piden de 230.000 mil pesos para arriba”, se queja Virginia Torres (26), acerca de las posibles especulaciones de algunas inmobiliarias, particulares y desarrollistas. A partir de esta problemática que se daba en casos individuales, comenzó el intercambio de experiencias y se avanzó en la conformación de un espacio común que ahora sirve como interlocutor frente a los municipios y concejos deliberantes.
A partir de definir algunas prioridades, el grupo abrió el diálogo con Natalia Cravero, de la subsecretaría de Obras Públicas de Colonia Caroya. Con este Municipio se baraja la posibilidad de realizar alguna regulación especial que permita subdividir los terrenos y de esa forma abaratar costos. No obstante, esta definición aún no ha sido resuelta. Torres se esperanza en esta opción ya que “sería la única posibilidad de acceder a la tierra” en el esquema de precios que actualmente presenta la zona. Por ejemplo, se podría comprar un lote de 15 por 50 metros y subdividirlo a la mitad, y sólo de esa forma hacer que el crédito rinda.

Necesidad de definiciones
Desde hace ocho años Carmen Saldaña (30) es maestra en la escuela primaria coronel Pringles de Sinsacate. Hoy vive con su pareja y una hija en una propiedad alquilada en Colonia Caroya. Luego de salir sorteada en el Procrear se encontró con el mismo problema que el resto de los beneficiarios: los altos precios. En el caso de su zona laboral, Sinsacate, existen algunos beneficios de orden local para el acceso a la tierra pero sólo orientados a familias residentes en el ejido municipal. Luego de un encuentro entre el grupo Procrear y los concejales, Saldaña se fue con más dudas que certezas: ninguna definición concreta y la espera continúa. “Somos unas cincuenta familias que estamos con el mismo problema”, grafica para dar dimensión del contrapunto entre el importante beneficio al que han accedido y la dificultad para plasmarlo en la realidad local.
Por un lado, Saldaña entiende que “hay sectores que juegan con el sentimiento que significa la casa propia”. Mientras que por otra parte “hace falta que los municipios pongan ganas de ayudar”.
Para esta mujer, la zona “no se ata a los precios reales”, y tal vez “en algún pueblo alejado puede llegar a existir un terreno en esos precios, pero nadie se quiere ir de su entorno de vida”.
El próximo paso será una reunión con autoridades de Jesús María. Aunque Saldaña ya advierte que en ese municipio “no cuentan con terrenos fiscales para este plan, si no que tiene algunos lotes alejados que se usarían en un plan local”.
Como síntesis, Saldaña repasa: “En Sinsacate aún no tuvimos respuesta, esperamos lo de Colonia Caroya que es lo más concreto hasta ahora y veremos qué pasa en Jesús María”. El sueño de la casa propia está presto a concretarse para estas familias. Resta “la voluntad política”.
Claudio Minoldo

Claudio Minoldo

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Con la tecnología de Blogger.