La avenida San Martín, frente al edificio municipal, fue escenario nuevamente del acto protocolar y desfile por el 9 de julio y los vecinos respondieron al convite, pese a la temperatura. Muchos eligieron tomarse una taza de chocolate servida en la cocina de campaña de Gendarmería y ver el desfile desde el lado sur de la avenida donde el sol hacía más llevadero el momento.
Tras la bendición del padre Román Balosino, la primera oradora fue María Fernanda Regueiro, docente de Lengua del Instituto Niño Jesús e integrante del taller literario La Pluma, quien le dio una impronta poética a la gesta independentista.
“El camino de la historia es siempre un recuerdo de pasos hacia atrás, un recorrido que va mostrándonos las pequeñas y grandes cosas que fueron sucediendo. En este encuentro, pasado y presente hacen comunión en los aciertos y en los errores”.
“Todos sabemos -añadió la docente- que no hay realidades mágicas. Así, como lo fueron ellos, hoy somos nosotros hacedores del presente quienes vamos dándole sentido con nuestras acciones a la construcción de una vida en común a todos los habitantes de un país. Ese país que nos compromete como unidad y donde ningún hombre, niño, o mujer debe quedar en los márgenes de la igualdad y la justicia, palabras que no son un simple término de diccionario sino que deben ser la guía que nos marque un camino hacia un lugar común que nos defina como pueblo”. Y concluyó Regueiro: “Es importante hacer entonces, un camino, un punto de encuentro en el hacer para que podamos formar esa nación que nos incluye a todos. Así, la independencia como concepto se desata en el pensamiento del hombre comprometido, se empuña desde un hacer individual cotidiano y se transforma en una unidad hacia adentro. Ése es el real sentido de una nación independiente”.
Finalmente, el intendente de la ciudad, Luis Grión, apeló a un raconto de los actos “bicentenarios” que vienen teniendo lugar desde 2010 hasta la fecha para poder enhebrar un discurso en el que la libertad y la tolerancia fueron los dos conceptos que más se repitieron.
“Para construir el país, necesariamente, hay que hablar de renuncias a intereses personales, a intereses mezquinos. Mirando a esos hombres que terminaron, algunos muriendo en batalla como el general Martín Miguel de Güemes, otros olvidados en Europa como el general San Martín, o muriendo en las últimas de las miserias como Manuel Belgrano. Éste es tiempo de analizar toda esa historia trascendente, pero viendo a esos hombres como iguales a nosotros y no mirarlos inmortalizados en el bronce de los monumentos. Así podremos interpretar que esas utopías sí son posibles”.
“La independencia llevan consigo el signo de libertad. La libertad también es la inclusión, es la igualdad de oportunidades, es un sentido de tolerancia que no solamente podamos decir lo que pensamos sino que, además, no nos catiguen por decirlo. Ésta es la libertad que tenemos qu terminar de construir”, concluyó Grión.
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