Por: Lic. En Psicología Gisele Manera (M.P.:8058) | maneragisele@gmail.com
Un proceso de Orientación es aquel en el cual una persona realiza un aprendizaje que le permite realizar una elección segura y acorde a sus potencialidades.
El objetivo inmediato y observable de un proceso de Orientación Vocacional es la elección de una carrera u ocupación. Además, si este proceso representó una experiencia significativa, los jóvenes orientados adquirirán “aprendizajes de elección” que podrán aplicar en otras situaciones vitales futuras. Con esto quiero decir que -a través de este proceso- los jóvenes “aprenderán a elegir” por lo que podrán utilizar este aprendizaje en muchas situaciones futuras en las que deban o necesiten tomar decisiones.
Para el adolescente que se encuentra en una etapa de su vida en pleno crecimiento y profundos cambios, realizar una elección Vocacional Ocupacional implica tomar una decisión con la que iniciará un camino por un mundo diferente al que él conocía en la secundaria, donde pasará a transitar un mundo nuevo, el de la vida universitaria o del trabajo.
Esta situación de cambio y de elección que debe enfrentar le genera, dependiendo de la personalidad, distintos grados de ansiedad. En estos casos esas ansiedades frente a un futuro incierto, cambiante y lleno de alternativas ambiguas y/o contradictorias, suelen generar confusiones, donde una Orientación Vocacional, correcta y personalizada, brinda un apoyo muy importante, que gravitará en forma positiva en el futuro camino que lo llevará a su realización como persona, inserto en una sociedad compleja.
En esta sociedad compleja, es importante tener en cuenta a Messing, C. (2007) cuando dice que a raíz de la implantación del Neoliberalismo se han producido trasformaciones y como consecuencia de ello han surgido nuevas sintomatologías vocacionales, que deben ser tenidas en cuenta por los orientadores al momento de llevar a cabo un proceso de Orientación Vocacional Ocupacional. Entre esas sintomatologías se pueden mencionar: apatía, desmotivación, desconexión emocional, ausencia de intereses, insatisfacción, dificultad para sostener sus objetivos, temores, vivencias fóbicas de encierro, agobio o aburrimiento, hiperexigencia y problemas de aprendizaje.
Por todo esto, considero de suma importancia la realización de un proceso de Orientación Vocacional, donde los jóvenes puedan esclarecer dudas y conflictos, conocerse mejor a sí mismos, contrastar la información que ya poseen, con información más completa y correcta para que, finalmente, puedan elaborar un proyecto de vida basado en un mejor conocimiento de sí mismo y con un apoyo personalizado.
“Una decisión correcta, en el momento justo, basada sobre la mayor información posible, y con el apoyo adecuado, permite disminuir los riesgos de futuras frustraciones, gastos inadecuados y pérdidas de tiempo”.
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Orientación Vocacional Ocupacional: el valor de su importancia

Claudio Minoldo
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