Claudio Strasorier es un destacado médico infectólogo que viene desarrollando su carrera profesional desde La Rioja, pero su currículum incluye actualizaciones y seminarios por todo el mundo.
Y, a diferencia de otros integrantes del ámbito científico, no elige “edulcorar” la realidad sanitaria y prefiere describirla con crudeza, en forma paralela a su convicción de que la senda elegida por nuestro país para afrontar la pandemia fue la adecuada.
“Argentina tiene un muy buen nivel de recuperados y un nivel de ocupación de las camas de terapia intensiva en el país que no supera el 53%, o sea que nos queda más de un 40% de disponibilidad de camas. Tenemos elementos para pensar que estamos en el pico de la curva a fines de julio y que es producto del aplanamiento de la curva que se ha hecho en nuestro país aunque, la verdad, nos agarra un poco cansados”, comienza diciendo el especialista.

“Hoy, tiene mucho peso el daño psicológico y las otras patologías que estamos viendo. Sino liberamos esto, de salir de un confinamiento tan importante y extenso como el que se hizo, vamos a tener más muertes por otras patologías que por el coronavirus en sí”, añade Strasorier.
El infectólogo surgido de la Universidad Nacional de Córdoba pide prestar atención, en este momento, a la aparición de enfermedades crónicas no trasmisibles como pueden ser la violencia familiar, las adicciones, el consumo de alcohol, y hasta la depresión.
Una nueva normalidad


El infectólogo jesusmariense destaca que hay 29 vacunas probándose en el mundo de las que, la que está elaborando la universidad de Oxford del laboratorio Astra Séneca, viene teniendo grandes resultados. “Nos da esperanza -aclara Strasorier- pero capaz que se demore hasta 2021. El dilema es que el virus cambió de aquel que se conoció en Wuhan. Éste es más infectante, pero menos mortal. Tiene una alta carga viral y no sabemos si la vacuna -que se trabajó sobre la primera cepa- podrá contenerlo”.
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