Por: Marianela Tabbia (De nuestra redacción)
Su nombre comenzó a resonar en los últimos días porque fue nominado junto a cientos de colegas de todo Córdoba como Médico Solidario 2019, un concurso que organiza el Consejo de Médicos de la Provincia de Córdoba y Canal 12.
La competencia fue una excusa para que muchos conozcan su historia. Nació en Jesús María hace 39 años y es donde ejerce mayormente su profesión de médico oftalmólogo. La profesión es resultado de una herencia que luego se transformó en un compromiso personal.
“Mi papá fue mi maestro, de cierto modo. Siempre vi lo que él hacía en su lugar de trabajo y me gustó. Sentí que en el momento de elegir una carrera, iba a estar cómodo. Quizás la primera escuela es el hogar y yo toda mi vida vi un médico trabajando, supongo que eso fue el puntapié para elegir la medicina como forma de vivir”, recordó.
Rotario de corazón

El espacio que tiene como principal objetivo colaborar con quienes lo necesitan permitió explotar la faceta altruista de Federico, empleando para ello su profesión. Sin saberlo también le abriría las puertas a una de las experiencias que cambiaría la perspectiva que tenía de la vida.
En una de las reuniones, recibieron la visita de un miembro de un rotary de Nueva Zelanda y allí inició la charla que lo llevó a postularse al proyecto solidario del que sus camaradas son aportantes. Al año siguiente, Rupil partió al Pacifico Sur.
Volver a ver

“Hay gente que viene de otras islas y navega 48 horas para poder operarse de cataratas porque no tiene quien se lo haga. Ése es el punto. Si bien hay médicos oftalmólogos en Fiji, pero están superados por la demanda y al estar tan esparcida la población, en Taveuni por ejemplo no hay oftalmólogos. Hay gente que está ciega por años, son personas dependientes y vienen médicos de afuera para darles la oportunidad de volver a ver”, subrayó.

Finalmente, resumió las emociones que le dejó la experiencia: “Cuando fui, me sentí bendecido de estar ahí. Me enamoré de la misión, decidí repetir el viaje en dos oportunidades en 2018 y 2019. Es una experiencia única. La primera vez que lo hice, a mis colegas y amigos les dije que tenían que hacer eso por lo menos una vez en su vida. Es mágico”.
El médico no descartó repetir la idea en esta zona, pero aseguró que para que eso ocurra deben alinearse algunos factores. “Lo que cuesta encontrar en nuestra comunidad para hacer algo parecido –remarcó- es gente que realmente se quiera involucrar. No sé cuándo, pero en algún momento, lo voy a hacer en nuestra comunidad, en algún lugar de Córdoba. Tengo que conseguir quien quiera colaborar con esto y seguramente lo vamos a hacer”.
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